Qatar detuvo recientemente a por lo menos 60 trabajadores extranjeros que protestaban por llevar meses sin recibir su salario y deportó a algunos de ellos, según un grupo de defensa, justo tres meses antes de que Doha acoja la Copa Mundial de futbol 2022.
Los hechos ocurren en momentos en los que Qatar enfrenta un escrutinio internacional intenso sobre sus prácticas laborales, antes del máximo torneo de la FIFA. Al igual que otras naciones del Golfo Pérsico, este país depende en gran medida de la mano de obra extranjera.
La protesta de los trabajadores hace una semana, y la reacción del Gobierno ante esta, podría alimentar aún más la preocupación. El director de una consultoría laboral que investiga el incidente dijo que las detenciones generan nuevas dudas sobre las promesas de Qatar sobre mejorar el trato a los trabajadores.
“¿Realmente es esta la realidad que está saliendo a la luz?”, se preguntó Mustafa Qadri, director ejecutivo del grupo Equidem. En un comunicado, el Gobierno de Qatar reconoció que “varios manifestantes fueron detenidos por violar las leyes de seguridad pública”.