Por Selene Alonzo Romero
Si algo distingue a las celebraciones navideñas son las reuniones en las que la comida y bebida no puede faltar, a veces incluso en exceso. En México le llamamos el maratón Guadalupe-Reyes y con ello justificamos el olvidarnos de la rutina de alimentación saludable y la dieta ni se diga.
Aunque podría parecer “inofensivo”, más allá de inscribirse en el gimnasio el primer día de enero, día que nos prometemos iniciar con la dieta saludable, lo cierto es que los hábitos poco saludables pueden conducir a padecer el síndrome de corazón navideño.
La ingesta excesiva de alcohol y grasas saturadas sumadas al estrés, puede provocar la aceleración del ritmo cardiaco.
¿Qué es el síndrome de corazón navideño?
De acuerdo con un artículo de la doctora Cecilia Bahit, del sitio de noticias sobre salud, Medscape, es en Navidad y Año Nuevo cuando se ha reportado una mayor mortalidad y hospitalizaciones por infarto al miocardio.
También conocido como síndrome de corazón festivo contempla arritmia auricular inducida por alcohol, causa común de enfermedad en Estados Unidos y se asocia al consumo excesivo de bebidas de este tipo en individuos sin enfermedad cardiaca estructural.
Éste se acuñó en 1978 por el investigador Philip Ettinger, quien observó una relación entre este síndrome y el consumo excesivo de alcohol en la época decembrina.
De acuerdo con Medscape, el síndrome de corazón navideño es reversible cuando se realiza un diagnóstico temprano, se suspende el consumo de alcohol y se controla la arritmia.
Aunado a esto, en 2004 la revista médica Circulation publicó un artículo en el que habló del incremento de la mortalidad en Navidad y Año Nuevo, sobre cualquier otra época.
En éste se manifestó la relación de la mortalidad cardiaca alrededor de la fecha en la que se celebra la Navidad y otra en año Nuevo.
Recomendaciones para evitar el síndrome de corazón navideño
• Detectar los síntomas potenciales de infarto (dolor de pecho), así como arritmias, palpitaciones, taquicardia y falta de aire.
• Celebrar con moderación; comer saludable y evitar el consumo de sodio en pacientes con hipertensión o insuficiencia cardiaca.
• Mantener las rutinas de ejercicio habitual.
• No olvidar tomar los medicamentos a tiempo.
• Manejar el estrés y planificar las exigencias.
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