Por Selene Alonzo Romero
Luces de colores, árboles de navidad y reuniones a la menor provocación. La época decembrina suele despertar ilusión y un ambiente festivo, aunque para algunas personas también puede representar un reto a afrontar.
Dado que la Navidad se celebra al final del año, es una temporada que invita a la reflexión lo que provoca tristeza y ansiedad en algunas personas. De ahí que durante esta época aparezca la llamada depresión blanca o blues de Navidad.
Si bien no se trata de un trastorno psicológico diagnosticado, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sí representa un estado de ánimo negativo hacia todo lo relacionado a la época.
Los factores psicológicos, familiares, sociales y económicos que rodean a una persona pueden detonar la aparición de estas emociones negativas hacia la temporada. Aunque hay otros estímulos naturales que intervienen en la percepción de la realidad.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión blanca o blues de Navidad?
Las personas que se sienten identificadas con la depresión blanca suelen presentar los siguientes síntomas:
Insomnio
Ansiedad
Tristeza
Falta de Apetito
Mal Humor
¿La depresión blanca es lo mismo que el trastorno afectivo estacional?
De acuerdo con Patricia Bermúdez, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, en la temporada invernal se desarrolla lo que se denomina trastorno afectivo estacional, con síntomas que durante entre cuatro y cinco meses del año.
Éste no se debe de confundir con los Blues de Navidad, dado que su origen versa sobre los días cortos, oscuros y fríos de invierno y no con lo que la Navidad supone.
Dado que los días son más cortos y ocursos en invierno, las personas no se exponen lo suficiente a la luz solar, lo que desemboca en la falta de vitamina D.
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