Por Mariana Lebrija Clavel

La comunidad científica china logró la clonación de un mono rhesus, el primero en alcanzar la vida adulta sin problemas de salud. Re-Tro, como fue nombrado, tiene dos años desde que fue clonado y lleva un buen estilo de vida, lo que resulta una muy buena noticia para los investigadores, debido a que este tipo de mono cuenta con una fisiología muy similar a la de los seres humanos, por lo que experimentar con un rhesus podría responder a muchas incógnitas sobre la salud de las personas, sin embargo, para las y los defensores de los animales, no se trata de un logro sino de un abuso hacia la especie.

A pesar de que, en 2018, se logró la clonación de los primeros monos, estos eran del tipo macacos de cola larga, por lo que los investigadores siguieron luchando por clonar un tipo de primate con características anatómicas más parecidas a la de las personas, fue así que comenzaron a experimentar con el mono rhesus.

Pero lograr la clonación de Re-Tro no fue una tarea sencilla, pues antes de lograrlo, llevaron a cabo muchos intentos fallidos, a pesar de que los investigadores de la Universidad de Beijing se basaron en el mismo método que se usó para clonar a la oveja Dolly, hace 28 años, el cual consistió en la reprogramación de una célula adulta para reconvertirla en una célula embrionaria, sin embargo, la fórmula no estaba dando ningún resultado fructífero.

Fue entonces que, Zhen Liu y Qiang Sun, líderes de la investigación, se percataron que estaban cometiendo un error de programación, el cual, en realidad, es muy común en los procesos de clonación y que ha obstaculizado la supervivencia de los embriones clonados, pues de acuerdo a la evidencia científica, sólo entre el 1 al 3 por ciento de especies que nacen por una clonación llegan a sobrevivir y desarrollarse sanamente.

Los expertos notaron que el error de programación que estaban cometiendo estaba relacionado con la placenta, que se encarga de proporcionar oxígeno y nutrientes al feto durante su etapa de crecimiento, por lo que los embriones no se estaba desarrollándose de la forma correcta; así, decidieron prescindir del uso de células externas y se concentraron en utilizar células internas.

De esa manera, lograron que 11 de 113 embriones fueran implantados, resultaron dos embarazos, de los cuales sólo se consiguió un nacimiento; el de Re-Tro.

De hecho, su nombre proviene del término científico con el que se conoce el método de clonación al que recurrieron los investigadores, denominado como “Reemplazo de Trofoblasto”.

Que Re-Tro siga vivo y con salud, a dos años de haber sido clonado, marca un hito para las investigaciones científicas, pues se trata de la primera clonación exitosa de la especie.

Ciencia a favor, activismo en contra

Sin embargo, activistas y defensores de la vida animal no están contentos, ni consienten los experimentos que se llevan a cabo con el mono rhesus o con otras especies, pues no justifican el sufrimiento que atraviesan durante todo el proceso, a pesar de que los científicos argumenten que su clonación pueda ser de gran ayuda para llevar a cabo más y nuevas pruebas con fármacos que, posiblemente, serían suministrados en seres humanos.

“La RSPCA está profundamente preocupada por el gran número de animales que experimentan sufrimiento y angustia en estos experimentos y la bajísima tasa de éxito, los primates son animales inteligentes y sensibles, no sólo herramientas de investigación”, dijo un portavoz de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales, una asociación civil británica.

Pero no son los únicos que reprueban este tipo de experimentos, pues miembros de la propia comunidad científica ponen en duda los beneficios que la clonación podría tener, como es el caso del profesor Robin Lovell-Badge, del instituto Francis Crick de Londres, y no porque no apoye la investigación con animales, de hecho, es uno de sus defensores, lo que él expone es que hacer estudios en un clon, con las mismas composiciones genéticas, sólo segmentaría la visión clínica, conformándose con la forma en que un mismo caso responde a los efectos de una enfermedad o la aplicación de un tratamiento.

“Tener animales con la misma composición genética reducirá una fuente de variación en los experimentos, hay que preguntarse si realmente vale la pena”, precisó para “BBC”.

Esta investigación fue publicada en la revista científica “Nature Communications”.

melc

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