No es muy común ver a músicos de 53 y 60 años vistiendo falda azul y un short con un rayo verde dibujado en los genitales, pero es que el escenario principal del festival Vive Latino 2023 se puso irreverente con la presencia de los Red Hot Chili Peppers.
La banda estadounidense volvió a México después de seis años y eso entusiasmó mucho al público que llenó casi hasta las vallas de salida el espacio frente al escenario Indio.
La esencia picante comenzó desde los primeros momentos, con un solo del guitarrista John Frusciante, quien tocó como si no tuvieran disponibles sólo una hora y media antes de que Paul Oakenfold subiera.
“Viva México motherfuckers”, dijo Anthony Kiedis, vocalista de la agrupación, antes de tocar “Scar tissue”, que hizo gritar a los , entre los que se encontraban tanto jóvenes como adultos que siguen a la banda desde su formación, en 1983.
Con vestimentas de colores llamativos: playeras verdes, gorros amarillos y shorts azules los músicos parecían seguros de complacer a la audiencia que incluso ocupaba las últimas butacas de las gradas.
Quizás esa seguridad responde a que los RHCP conocen bien el Foro Sol, donde se han presentado en varias ocasiones desde 1999, en una de sus primera visitas a tierras aztecas.
“Gracias chicos, nos sentimos muy arropados en esta ciudad”, dijo.
Algunos fans enmascarados con temática de Lucha libre que ya habían soportado el calor y la lluvia durante la jornada, no aguantaron los empujones para la primera parte del show y salieron varios mientras la banda tocaba “Eddie”.
Incluso Anthony ofreció ayuda para quienes después de varias horas de perseverancia se encontraban en las primeras filas. “Si ustedes necesitan seguridad aquí enfrente para patear traseros, nosotros estaremos pendientes”.
Por momentos parecía que los músicos nadaban en fuego por los efectos visuales que aparecían en las pantallas y aunque la esencia de la banda respetó con el lenguaje y la voz su esencia rebelde, por la que incluso han sido señalados de abuso y excesos, también hubo momentos en los que el ritmo de temas como “Reach out” mantuvo a los asistentes calmos antes de que el sonido de la batería hiciera saltar con “Give it away”.
“México is with you”, decía una de las banderas de tres colores que ondeaban entre la gente, mientras que en los carteles de los fans se leía: “RHCP” son unos chingones”.
Las canciones más coreadas fueron los clásicos “Californication” y “By the way”.
Lleno de recuerdos
Los Red Hot no fueron la única banda a que volvió a cautivar a sus fans de siempre después de varios años; momentos antes de ellos, en el mismo escenario, Los Bunkers marcaron su regreso al país después de una ausencia de nueve años.
“Estamos muy contentos de estar nuevamente aquí con ustedes en este escenario muy especial para nosotros, el Vive Latino fue el primer escenario donde nos presentamos en Mexico y también el último donde estuvimos antes de descansar un ratito, esperamos que lo disfruten mucho”, dijo Álvaro Durán, vocalista de la banda chilena.
“Ven aquí”, “Llueve sobre la ciudad” y “Bailando solo” fueron algunas de las canciones que más corearon los asistentes que también fueron testigos del estreno de “Rey”, su nuevo tema.
Mientras que Los Pericos, una presentación antes, rindieron homenaje al país no sólo haciendo su propia versión de “Tatuajes” de Joan Sebastián, sino también invitando al escenario a Rubén Albarrán y Carla Morrison.
Durante la presentación de los músicos hubo un poco de lluvia que no detuvo a los asistentes quienes orgullosos gritaban: “Venimos preparados” y comenzaron a sacar los paraguas e impermeables.
Entre máscaras de colores y chamarras de cuero también destacó el sonido de bandas de antaño como Allison, de rock alternativo, que comenzó en 2002 y se presentó en la carpa escena Indio para cantar “Me cambio” y “Memorama”.
“Gracias por estar aquí en el festival del corazón de México”, dijo Erik Canales, vocalista de la agrupación, al público que los acompañó en el segundo escenario más importante del evento musical.
Al tiempo se presentaba Tokio Ska Paradise Orchesta en el Escenario Indio, el principal, la banda de jazz y ska formada en 1985 llegó con trajes color rosa y puso a bailar a los asistentes con canciones como “Small white”, que los coreaban entre empujones y gritos.
“Elsa, Elsa”, gritaban poco después los fans frente al mismo escenario en el que la cantante aún no aparecía.
La colombiana rompió con la línea rockera que seguía el segundo día del festival, pues apareció con un vestido de tul color rosa claro y lentes tornasol para comenzar su show con “Hasta donde se enamora”.
Pero la noche aún era larga y los fans tenían mucha batería para recibir a Vivir Quintana, Plastilina Mosh y cerrar con Pesado.