El Reino Unido anunció el jueves una prohibición de seguridad de la aplicación de vídeo de propiedad china TikTok en los dispositivos gubernamentales, en línea con las medidas adoptadas por la Unión Europea y Estados Unidos.
“Lo haremos con efecto inmediato”, declaró al Parlamento el ministro del Gabinete, Oliver Dowden.
Las autoridades occidentales se han mostrado cada vez más firmes con la aplicación, propiedad de la empresa Bytedance, por temor a que los funcionarios chinos utilicen o abusen de los datos de los usuarios.
Dowden dijo que los expertos habían llevado a cabo una evaluación de riesgos de las aplicaciones de terceros en relación con los datos sensibles del gobierno.
Como parte de las medidas, los dispositivos gubernamentales sólo podrán acceder a las aplicaciones de una lista preaprobada.
La prohibición se aplicará a los “dispositivos corporativos de la Administración” utilizados por ministros y ministerios, pero no a los dispositivos personales ni al público en general.
“Se trata de una medida proporcionada”, ha declarado Dowden, instando a los usuarios a actuar con “cautela” antes de descargar aplicaciones.
La Casa Blanca, el Gobierno de Canadá, la Comisión Europea y la Eurocámara son algunas de las instituciones que han vetado el uso de TikTok en los dispositivos corporativos de sus empleados
TikTok niega que facilite el acceso del Gobierno chino a los datos de sus usuarios y habla de “prejuicios” por tratarse de una compañía de ese país.
“Desafío trascendental” de China
Esta semana, en una actualización de su política exterior y de defensa, el Reino Unido detalló sus planes para hacer frente al “desafío trascendental” que supone China.
Desde su salida de la Unión Europea, el Reino Unido busca nuevos mercados e influencia en Asia, en parte para contrarrestar a China. Entre sus planes figura el refuerzo de las agencias de seguridad para mejorar la resistencia de las infraestructuras críticas.
El Reino Unido ya ha provocado la ira de China al prohibir la participación de la empresa tecnológica Huawei en el despliegue de la red 5G del país.
También ha bloqueado las adquisiciones chinas de grupos electrónicos británicos y ha excluido a China General Nuclear de la construcción de una nueva central eléctrica.
Cuando en julio se presentó sin éxito a las elecciones en sustitución de Boris Johnson, el ahora primer ministro Rishi Sunak prometió mano dura contra China, calificando a la superpotencia asiática de “amenaza número uno” para la seguridad nacional y mundial.
Afirmó entonces que China estaba “robando nuestra tecnología e infiltrándose en nuestras universidades”.
Pero desde que sustituyó a la sucesora de Johnson, Liz Truss, en Downing Street, Sunak también ha insistido en la necesidad de mantener el compromiso con China.