Beijing.— Conectado a un tubo respiratorio debajo de varias mantas, un hombre infectado de Covid-19 gime en una camilla en el servicio de emergencias de un hospital de Chongqing, en el centro de China.

En esta ciudad, y por todo el país, el virus repunta. Las autoridades aseguran que los contagios son imposibles de supervisar tras el abrupto abandono de los test masivos, las restricciones de viaje y los confinamientos aplicados desde el comienzo de la pandemia.

Un paramédico del Primer Hospital Universitario Afiliado de Chongqing confirma que el anciano tiene Covid. Cada día reciben una decena de personas, de los que un 80%-90% están infectados con este virus.

“La mayoría son ancianos”, dice durante su turno este jueves. “Muchos de los trabajadores del hospital son positivos también, pero no tenemos otra opción que seguir trabajando”, añade. El paciente mayor esperó media hora para que lo atendieran. En una sala anexa, el equipo de AFP vio a otras seis personas enfermas en camas, rodeadas por doctores y familiares preocupados. En su mayoría también eran personas de edad avanzada y, según un doctor, “básicamente” pacientes de Covid.

Cinco están conectados a ventiladores y con obvias dificultades para respirar. Millones de ancianos en China no están completamente vacunados, lo que acentúa el temor a una muerte masiva entre este colectivo por culpa del virus.

Sin embargo, bajo las nuevas instrucciones del gobierno, muchos no serán contabilizados como víctimas de la pandemia. Antes, las personas que perecían estando contagiadas se contabilizaban como fallecidos por Covid.

Ahora, únicamente computarán aquellos que mueran por un fallo respiratorio consecuencia directa de la infección.

Mientras, el secretario de Estado de EU, Antony Blinken, instó a China a que informe bien al mundo sobre el aumento de casos de Covid.

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