Los extranjeros que lleguen a República Checa a partir de este lunes deberán contar con la dosis de refuerzo contra el Covid-19; de lo contrario, además de las dos vacunas del esquema original de vacunación, deberán presentar un test PCR reciente.
De esta obligación, que busca limitar la expansión de la variante ómicron del coronavirus, están exentos los ciudadanos checos, quienes residen en el país y los menores de 18 años, para los que basta si tienen la pauta completa de inmunización.
La medida se aplica a las llegadas desde todos los países, informa Radio Praga.
Quien no esté vacunado deberá presentar un segundo test PCR a más tardar siete días después de haber entrado en el país.
El gobierno checo también ha decidido que entre el 29 de diciembre y 2 de enero no podrán reunirse más de 50 personas en celebraciones o reuniones y que sólo cuatro personas, sanadas o vacunadas de Covid-19, podrán sentarse en la misma mesa en los restaurantes, a no ser que pertenezcan a la misma familia.
Hasta ahora, ningún otro país europeo exige la dosis de refuerzo para poder ingresar.
Ante el auge de la variante ómicron, siete países del bloque (Portugal, Irlanda, Chipre, Letonia, Italia, Grecia y Austria) introdujeron nuevas restricciones de emergencia y exigen a los viajeros europeos, incluso vacunados, presentar un test negativo para entrar en su territorio.
agv