El desnudo de una mujer, pintado por Artemisia Gentileschi para decorar el techo del museo-palacio Buonarroti de Florencia (centro), censurado con velos pintados sobre la figura original a finales del siglo XVII, será redescubierto y expuesto al público gracias a una restauración que “devolverá la dignidad” a la pintura de la artista italiana.
La “Alegoría de la inclinación”, que mostraba inicialmente a una mujer totalmente desnuda sosteniendo una brújula, fue terminada en 1616, cuando Gentileschi, una de las artistas más reconocidas del Barroco, que logró imponer su talento en una sociedad prácticamente cerrada para las mujeres, tenía 22 años.
Siete décadas después de haber sido pintada, la obra fue censurada por el entonces propietario del palacio Buonarroti, para “proteger el decoro y el pudor de su esposa e hijos”, explicó a EFE la coordinadora del proyecto de restauración, Linda Falcone.
El cuadro, que se ha descolgado de su ubicación original para ser restaurado, está siendo sometido a un complejo proceso de análisis mediante infrarrojos, reflectología, radiografías e imágenes multiespectrales, con el objetivo de lograr recrear una imagen digital del original y sin censura.
“Pretendemos restaurar digitalmente el cuadro tal y como lo creó Artemisia. No se eliminarán las capas de pintura añadidas, pero a través de la ciencia podremos ver la visión original de la artista”, detalló Falcone.
De esta forma se podrán ver dos versiones de la obra: el óleo sobre tela restaurado con los velos añadidos y una reproducción digital del original pintado por Artemisia antes de ser censurado.
La decisión de no eliminar los velos en la restauración responde a la dificultad de extraer esta capa de pintura sin dañar el cuadro original y a la voluntad del equipo de mantener un elemento que también “forma parte de la historia” de la obra, según la experta.
Pero no solo los ropajes de censura ocultaban al ojo humano elementos del cuadro: tras retirar la obra de su emplazamiento habitual se descubrió una amplia zona de la pintura de Gentileschi que hasta entonces quedaba cubierta por la estructura de la sala.
“La superficie pintada del cuadro se extiende varios centímetros a cada lado por debajo del marco arquitectónico. Mide 23 centímetros más ancho y 6 de alto”, detallaron desde el equipo de restauración.
La zona descubierta, que permanecía oculta desde hace siglos, estaba impregnada por una capa gruesa de un material parecido a la goma laca que, posiblemente, se utilizó para proteger al cuadro de la humedad.
Durante el proceso de restauración, que se extenderá hasta abril de 2023, los visitantes de la casa Buonarroti pueden ver en primera persona cómo se trabaja en la recuperación de la obra gracias a la iniciativa “Artemisia UpClose” (Artemisia de cerca, en español).
“El público está siguiendo todo el proceso. Mostramos desde el descenso del cuadro hasta las pruebas de diagnóstico, pasando por la limpieza. Es emocionante para todos los implicados”, reconoció Falcone.
“La restauración visible para el público pone de relieve que los museos son lugares vivos, con historia, y que nosotros podemos formar parte de ella”, añadió.
“Artemisia UpClose” también trabaja para dar visibilidad a la figura de Gentileschi, que pinto su Alegoría estando embarazada de cinco meses y que cobró hasta tres veces más que sus compañeros de género masculino, explicaron desde el proyecto.
Artemisia (1593- 1656), hija del pintor toscano Orazio Gentileschi, exponente de la escuela romana de Caravaggio, de quien era amigo, está considerada una de las grandes mujeres artistas de la historia y se codeó con personajes de la talla de Galileo Galilei.
El palacio Buonarroti fue una de las residencias donde vivió Miguel Ángel, considerado uno de los grandes genios de la historia del arte, y actualmente alberga un museo dedicado a la figura de este artista.
melc