Londres.— El nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, prometió situar la “estabilidad económica” en el centro de su agenda, pero advirtió que deberán tomarse decisiones “difíciles” ante la “profunda crisis económica” en el Reino Unido.

Tras ser elegido este lunes líder de la formación en el poder por el grupo parlamentario conservador, Sunak recibió ayer el encargo del rey Carlos III de formar un nuevo gobierno, el primero en la era del nuevo monarca.

Sunak reconoció los errores que su predecesora, Liz Truss, cometió con un plan fiscal que a finales de septiembre forzó al Banco de Inglaterra a realizar compras de bonos a largo plazo para frenar la caída de la libra.

“He sido elegido como líder de mi partido y su primer ministro en parte para solucionarlos y ese trabajo comienza inmediatamente”, aseguró.

Su llegada al poder pareció tranquilizar a unos mercados convulsos desde hace semanas: la libra se disparó 1.9% frente al dólar.

El político, primer hindú en alcanzar el cargo más alto del Reino Unido, ha iniciado su mandato con un país sumido en una crisis por una inflación interanual en ascenso (10.1%), tipos de interés cada vez más altos (2.25 %) y una deuda acumulada que ha trepado a 98% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Sunak aseguró que su Ejecutivo no dejará a las futuras generaciones con una deuda por saldar y aseguró que unirá al Reino Unido “no con palabras, sino con hechos”.

Como parte de la estabilidad económica, Sunak mantuvo a Jeremy Hunt como ministro de Economía, nombrado por Truss y cuya misión fue revertir casi todo el plan fiscal que había provocado el caos.

Hunt canceló, entre otras cosas, la rebaja de 20% a 19% de la banda básica del impuesto a la renta y redujo a seis meses, en vez de los dos años prometidos, la congelación de la factura de la luz. El día 31 será una fecha clave para el nuevo Ejecutivo, porque Hunt tendrá la misión de presentar en el Parlamento el programa fiscal, con medidas para equilibrar las finanzas públicas.

Sunak fue elegido el lunes nuevo líder del gobernante Partido Conservador por su propio grupo parlamentario, tras superar el umbral de nominación de 100 legisladores. Se convirtió así en el primer jefe de gobierno británico surgido de una minoría étnica y el más joven en más de 200 años.

James Cleverly y Ben Wallace fueron mantenidos en Exteriores y Defensa, respectivamente.

Suella Braverman, con posiciones muy duras sobre la inmigración, volvió al Ministerio del Interior del que había dimitido menos de una semana antes. Penny Mordaunt, rival de Sunak en la sucesión de Truss, conservó su cargo de ministra de Relaciones Parlamentarias. Los opositores ya describen a Sunak como desconectado de las preocupaciones de la gente común debido a sus antecedentes privilegiados en una escuela privada, su carrera previa como administrador de fondos de cobertura y gran riqueza.

En el plano global, Sunak prometió seguir apoyando a Ucrania contra la invasión rusa, una “guerra terrible que debe llevarse a cabo con éxito hasta su conclusión”. Londres se comprometió a ayudar a Kiev con 2 mil 300 millones de libras (2 mil 600 millones de dólares), más que cualquier otro país salvo Estados Unidos.

Además de la crisis económica que puede ver al Reino Unido sacudido por las huelgas este invierno y las luchas intestinas entre los conservadores, Sunak deberá asentar su legitimidad ante una opinión pública que no votó por él. El Partido Conservador obtuvo con Johnson una aplastante mayoría legislativa en 2019, la mayor de la derecha británica en 40 años, pero desde entonces el país ha cambiado dos veces de primer ministro. La primera vez, con Truss, mediante una votación en la que participaron sólo unos 170 mil afiliados del partido. La segunda, con Sunak, gracias al apoyo de 200 de los 357 diputados conservadores.

En este contexto, 62% de los votantes británicos, en un país de 67 millones de habitantes, quiere que se convoquen legislativas anticipadas antes de fin de año, según una encuesta de Ipsos. Las próximas elecciones están previstas en enero de 2025 a más tardar. El opositor Partido Laborista tiene una enorme ventaja en los sondeos, pero no puede forzar por sí solo un adelanto y es improbable que logre el apoyo de unos rebeldes conservadores que verían peligrar sus escaños. Sunak aseguró el lunes a su bancada que no adelantará los comicios.

El presidente Joe Biden celebró el nombramiento de Sunak como “pionero” y dijo que Reino Unido sigue siendo el “aliado más cercano” de EEUU.

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