Estados Unidos y sus aliados están en alerta ante los planes que, según informes, tiene el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, de visitar Rusia.
Kim y el presidente ruso Vladimir Putin tienen la intención de discutir la posibilidad de que Corea del Norte le provea armas a Moscú en la guerra contra Ucrania, dicen funcionarios estadounidenses.
De manera superficial, un acuerdo de armas entre ambos países tiene todo el sentido transaccional del mundo.
Moscú necesita armas de manera desesperada, particularmente municiones y bombas de artillería, para la guerra en Ucrania. Pyongyang, por su parte, tiene de las dos en exceso.
Por otro lado, una Corea del Norte empobrecida por las sanciones necesita tanto armas como dinero. Después de tres años de cierres de frontera, sin hablar de la caída de las conversaciones con EU en 2019, el país se quedó más aislado que nunca.
Pero en lo profundo, cualquier acuerdo le abre el potencial a Pyongyang y a Moscú de trabajar de manera más cercana.
Desde EEUU se viene advirtiendo sobre un posible pacto de armas entre los dos desde hace un tiempo, pero una reunión cara a cara entre ambos líderes catapultaría esta alianza a una nueva etapa.
Lo que está en juego en una eventual alianza entre Rusia y Corea del Norte
Aunque pareciera que para EU la prioridad es impedir que ingresen armas norcoreanas en los frentes de Ucrania (al menos por el momento), la preocupación en Seúl tiene que ver con lo que recibiría Corea del Norte si le vendiera sus armas a Rusia.
Dada la situación desesperada en la que entra a negociar el Kremlin, Kim podría obtener un precio más alto, como solicitar mayor apoyo militar de Rusia.
Ayer, el servicio de inteligencia de Corea del Sur informó que el ministro de defensa ruso, Sergei Shoigu, había sugerido ejercicios navales conjuntos, parecidos a los que lleva a cabo EU. junto a Corea del Sur y Japón y que Kim Jong Un tanto detesta.
Kim también podría hacer un pedido de armas rusas en un futuro.
Pero de lejos la solicitud más preocupante que Kim le pueda hacer a Putin es la de entregarle tecnología o conocimiento en armas, para que logre avances en su programa nuclear.
Aún hoy, Corea del Norte tiene problemas para perfeccionar armas estratégicas clave, principalmente un satélite espía y un submarino nuclear.
En Seúl ven cualquier cooperación a estos niveles como “poco probable” pues podría terminar siendo peligrosa estratégicamente para Rusia.
Yang Uk, un investigador del Instituto Asiático para Estudios de Política Pública, comenta que aunque Rusia no le venda armas a Corea del Norte en el intercambio, igual podría estar apoyando su programa nuclear.
“Si Rusia paga en petróleo y comida, puede reavivar la economía de Corea del Norte, lo que podría a cambio fortalecer el programa de armas del país. Es un ingreso extra que van a tener que antes no tenían”.