Los reguladores de salud federales dicen que una píldora COVID-19 experimental de Merck es eficaz contra el virus, pero buscarán información de expertos externos sobre los riesgos de defectos de nacimiento y otros problemas potenciales durante el embarazo. Según confirma en una nota Canal 5 ABC, la Administración de Alimentos y Medicamentos publicó su análisis de la píldora antes de una reunión pública la próxima semana donde académicos y otros expertos evaluarán su seguridad y efectividad. La agencia no está obligada a seguir los consejos del grupo.

Los científicos de la FDA dijeron que su revisión identificó varios riesgos potenciales, incluida la posible toxicidad y defectos de nacimiento. Dados esos riesgos, la FDA preguntará a sus asesores si el medicamento nunca debe administrarse durante el embarazo o si podría estar disponible en ciertos casos.

En ese escenario, la FDA dijo que el medicamento llevaría advertencias sobre los riesgos durante el embarazo, pero los médicos aún tendrían la opción de recetarlo en ciertos casos en los que sus beneficios podrían superar los riesgos para las pacientes. Dadas las preocupaciones de seguridad, la FDA dijo que Merck estuvo de acuerdo en que el medicamento no se usaría en niños.

Además, la FDA señaló la preocupación de que el medicamento de Merck provocara pequeños cambios en la proteína de pico característica del coronavirus, que utiliza para penetrar en las células humanas. En teoría, advirtió la FDA, esos cambios podrían conducir a nuevas variantes peligrosas.

Los reguladores también señalaron que Merck recopiló muchos menos datos de seguridad en general sobre su medicamento que los recopilados para otras terapias COVID-19. La FDA pedirá a sus asesores independientes que discutan todos esos temas y luego votarán si los beneficios generales del medicamento superan sus riesgos.

Todos los medicamentos COVID-19 actualmente autorizados por la FDA requieren una inyección o una vía intravenosa y solo pueden ser administrados por profesionales de la salud. Si se autoriza, el medicamento de Merck sería el primero que los pacientes estadounidenses podrían tomar en casa para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación. Ya está autorizado para uso de emergencia en el Reino Unido.

La reunión marca la primera vez que los reguladores revisan públicamente un nuevo medicamento para COVID-19, lo que refleja el intenso interés y el escrutinio de una píldora que pronto podría ser utilizada por millones de estadounidenses. Se ha demostrado que el medicamento, molnupiravir, reduce significativamente la tasa de hospitalizaciones y muertes entre personas con infecciones leves a moderadas por coronavirus.

El medicamento de Merck utiliza un enfoque novedoso para combatir el COVID-19: inserta pequeñas mutaciones en el código genético del coronavirus hasta el punto de que no puede reproducirse. Pero ese efecto genético ha suscitado la preocupación de que, en raras ocasiones, el fármaco pueda causar defectos de nacimiento o tumores.

Entre más de 1.400 adultos en un estudio de la empresa, molnupiravir redujo el riesgo combinado de hospitalización y muerte en un 30%, menos del 50% informado inicialmente sobre la base de resultados incompletos. Casi el 7% de los pacientes que recibieron el medicamento de Merck dentro de los cinco días de los síntomas del COVID-19 terminaron en el hospital y uno murió. Eso en comparación con el 10% de los pacientes hospitalizados que estaban tomando el placebo y nueve muertes.

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