Damasco, Siria.- El depuesto presidente sirio Bashar Assad huyó a Moscú y recibió asilo de su viejo aliado, informó la prensa rusa, horas después de un sorprendente avance rebelde que tomó la capital, Damasco, y puso fin a los 50 años de férreo gobierno de la familia Assad.

Miles de personas salieron a las calles del país, donde realizaron disparos al aire y ondearon la bandera revolucionaria en escenas que recordaban los primeros días de la Primavera Árabe, antes de una brutal represión y el surgimiento de una insurgencia que sumió al país en una guerra civil de casi 14 años.

Tras la caída de Assad, soldados y policías abandonaron sus puestos y huyeron, por lo que los saqueadores irrumpieron en el Ministerio de Defensa. Además familias deambularon por el palacio presidencial, caminando frente a retratos destruidos del derrocado presidente sirio.

La gente busca algunos objetos de valor en la residencia del presidente sirio Bashar Assad en el distrito de Malkeh, de Damasco, Siria.
Otras partes de la capital lucían desiertas y las tiendas se encontraban cerradas. Los súbitos eventos han planteado preguntas sobre el futuro del país y la región en general.

Moscú recibe garantías de insurgentes sirios

Moscú había recibido garantías de los insurgentes sirios sobre la seguridad de las bases militares y puestos diplomáticos rusos en Siria.

Según informes, Assad dejó Siria temprano el domingo, y los sirios han estado inundando las calles al son de disparos de celebración después de un sorprendente avance rebelde que alcanzó la capital, poniendo fin a los 50 años de férreo gobierno de la familia Assad.

Horas antes, Rusia señaló que Assad había dejado Siria después de sostener negociaciones con grupos rebeldes y que había girado instrucciones para una transferencia pacífica de poderes.

El líder de la mayor facción rebelde, Abu Mohammed al-Golani, se dispone a trazar el futuro del país. Excomandante de Al Qaeda rompió lazos con el grupo hace años y dice abrazar el pluralismo y la tolerancia religiosa. Su agrupación, Hayat Tahrir al-Sham (HTS), es considerada por Estados Unidos y Naciones Unidas como una organización terrorista.

En su primera aparición pública desde que los combatientes entraron en los suburbios de Damasco el sábado, al-Golani visitó la gran Mezquita de los Omeyas y calificó la caída de Assad como “una victoria para la nación islámica”.

Los rebeldes enfrentan la desalentadora tarea de sanar las amargas divisiones en un país devastado por la guerra y aún dividido entre facciones armadas. Los combatientes de la oposición respaldados por Turquía están luchando contra las fuerzas kurdas aliadas de Estados Unidos en el norte, y el grupo Estado Islámico sigue activo en algunas áreas remotas.

Un joven toma un objeto de valor de la residencia del presidente sirio Bashar Assad en el distrito de Malkeh, de Damasco, Siria. Créditos: AP
La televisión estatal siria transmitió un comunicado rebelde temprano en el que indicó que Assad había sido derrocado y todos los prisioneros habían sido liberados. Llamaron a la población a preservar las instituciones del “Estado sirio libre” y anunciaron un toque de queda en Damasco de 4 de la tarde a 5 de la mañana.

En redes sociales circula un video que muestra a rebeldes abriendo las puertas de las celdas y liberando a docenas de prisioneras de la prisión Saydnaya, en donde según los grupos defensores de los derechos humanos asegura que miles de personas fueron torturadas y asesinadas. En las imágenes aparece al menos un niño.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here