La actriz estadounidense Scarlett Johansson ha reiterado, en diversas ocasiones, sentirse “hipersexualizada” debido a los papeles que ha llegado a interpretar, sin embargo, recientemente reveló que dicho sentimiento comenzó desde los inicios de su carrera en Hollywood.
Adjetivos como “sexy”, “sexualmente radiactiva” o “Voluptuosa” son algunas de las palabras con las que la famosa ha sido calificada a lo largo de su vida.
Fue en el podcast Armchair Expert de Dax Shepard donde la mujer de 37 años contó lo difícil que fue para ella ser vista como una persona mayor con respecto a la edad que realmente tenía, algo que le jugaba en contra cuando quería obtener otro tipo de actuaciones.
Bajo esto, la celebridad externó: “Me convertí en algo como un objeto encasillado, sentía que no estaba recibiendo ofertas de trabajo para las cosas que quería hacer. Recuerdo haber pensado: ‘Creo que la gente piensa que tengo 40 años’”.
Precisamente al ser considerada adulta, las personas del medio artístico creían que su carrera había comenzado años atrás, lo que la convirtió en una “cosa hipersexulizada”, agregó.
Recordemos que en el 2003 participó en el filme “Perdidos en Tokio”, trabajo que realizó junto a Bill Murray. Durante este proyecto Scarlett tenía 17 años de edad, mientras su compañero de actuación, Murray, tenía 52 años. En dicha película Johansson interpretaba a un personaje cinco años mayor a los que tenía en ese entonces.
La protagonista de “Lucy” también dijo que aceptar los papeles que representaban a mujeres ingenuas ayudó a que la hipersexualización se prolongara.
“Me dije: ‘Ese es el tipo de carrera que tienes, estos son los papeles que has interpretado’. Y fue como: ¿Eso es todo? Sentí que mi carrera había terminado”, externo.
Pese a que Johansson reconoció que la industria ya está cambiando, añadió que aún hay trabajo por hacer, incluso recordó un momento incómodo que vivió con Joaquin Phoenix.
Durante uno de los rodajes de la película “Her”, la actriz aseguró que el actor tuvo que salirse del set luego de que la escuchara fingir un orgasmo para una de las escenas. En la película, ella interpretó una voz femenina artificial llamada Samantha de la que se enamora ficticiamente Phoenix.
“Tratamos de hacer una toma y él estaba perdiendo el control y se fue del estudio. Necesitaba un descanso”, concluyó.