La comisión de investigación de la ONU sobre Ucrania afirmó que “se cometieron crímenes de guerra” en el país desde la invasión rusa de febrero pasado, confirmando así las sospechas que existían.
“En base a las pruebas recogidas por la Comisión, se concluyó que se cometieron crímenes de guerra en Ucrania”, declaró el presidente de ese cuerpo, Erik Mose, durante una primera presentación oral ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que enumeró bombardeos rusos en zonas civiles, numerosas ejecuciones, tortura y malos tratos, así como violencia sexual.
Estas acusaciones directas, lejos de la habitual prudencia de la ONU, fueron elogiadas por muchos diplomáticos, mientras que Rusia dejó su banca vacía.
En una intervención por video, el representante de Ucrania, Anton Korinevich, calificó la presentación de los investigadores de “mojón importante” hacia el establecimiento de responsabilidades ante la justicia, y recordó que su país reclama la creación de un tribunal especial para juzgar los crímenes rusos en Ucrania.
“Su presentación lleva a la reflexión sobre el alcance y la amplitud de esas atrocidades y su impacto duradero en la vida de decenas o cientos de miles de civiles inocentes, incluyendo niños”, afirmó por su parte el embajador británico Simon Manley.
La comisión fue lanzada en marzo pasado por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para investigar las denuncias por el accionar de las tropas rusas en Ucrania.
Luego, el consejo aprobó en mayo una nueva resolución que pedía a la comisión investigar específicamente las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por las tropas rusas en las región de Kiev, Chernígov, Járkov y Sumy.
Durante sus investigaciones en esas cuatro regiones, la comisión visitó 27 ciudades y localidades e interrogó a más de 150 víctimas y testigos, explicó Erik Mose.
“Quedamos impactados por el gran número de ejecuciones en las regiones que visitamos. La Comisión investiga actualmente esas muertes en 16 ciudades y lugares. Recibimos acusaciones creíbles concernientes a más numerosos casos de ejecuciones, que estamos documentando”, declaró.
Los cuerpos hallados tienen como características comunes señales visibles de ejecuciones, como las manos atadas por la espalda, heridas de bala en la cabeza o cortes en el cuello.
Mose denunció también la utilización por parte de Rusia de “armas explosivas con un largo radio de impacto”, sobre zonas civiles.
Además, los testigos brindaron testimonios coincidentes de malos tratos y torturas, que fueron perpetrados durante su detención ilegal.
Algunas de las víctimas indicaron que, tras una primera detención por parte de las fuerzas rusas en Ucrania, fueron trasladadas a Rusia y detenidas durante semanas en prisiones.
“Los interlocutores describieron palizas, descargas eléctricas y desnudos forzados, al igual que otros tipos de violaciones en esos lugares de detención”, subrayó Mose, quien señaló que algunas víctimas trasladadas a Rusia habrían desaparecido.
Los investigadores de la ONU también recibieron información de casos de violencias sexuales. En algunos casos, familiares o allegados fueron obligados a presenciar esos crímenes.
La edad de las víctimas de violencias sexuales iba de cuatro a 82 años.
mcc