Lima.— Miles de peruanos se sumaron ayer al paro nacional antigubernamental con bloqueos de carreteras y marchas que afectaron 27% del territorio nacional y con una gran movilización en Lima, donde se reportaron enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden; en Arequipa se registró una muerte y suman 55 desde diciembre pasado.
En la capital, pese a la emergencia que decretó el gobierno, hubo enfrentamientos entre manifestantes y la Policía Nacional del Perú (PNP), que desplegó un gran contingente y tanquetas. Los incidentes ocurrieron en las inmediaciones de la sede de la cancillería y de la Defensoría del Pueblo, además de en la avenida Abancay, que conduce hasta el Congreso. La policía dispersó con bombas lacrimógenas a los manifestantes, mientras ellos lanzaban piedras, palos y otros objetos.
Por la noche se registró un fuerte incendio en un inmueble cercano a la Plaza San Martín, por lo que los bomberos pidieron liberar el centro para sofocarlo.
La presidenta Dina Boluarte emitió un mensaje, criticando la violencia y externando su solidaridad con la policía y la prensa agredida. “Eso no es una marcha de protesta pacífica”, dijo. En siete departamentos rige ya el estado de emergencia, incluyendo Lima, Cuzco y Puno.
Los manifestantes exigen la renuncia inmediata de Boluarte, el cierre del Congreso, nuevas elecciones para 2023 y la convocatoria a una asamblea constituyente.
El padre Luis A. Bazalar, teólogo, analista político, columnista y conductor de televisión, calificó de insostenible la situación de la presidenta Boluarte y advirtió que el país vive una etapa “incontrolable”. En declaraciones a EL UNIVERSAL, Bazalar dijo que “esta revolución es legítima” y que si Boluarte resiste, se mantendrá en el poder hasta que su gobierno firme y renueve contratos de la mayor importancia para las empresas multinacionales, como es el caso del sector del litio, tras destacar, con base en lo publicado recientemente por la prensa peruana, que el departamento de Puno, al sur del país, tendría una de las mayores reservas mundiales de ese mineral estratégico.
“Después de ello [Boluarte] ya no le será útil al imperio. Yo he sido un cura de derecha moderada, pero el dolor y la realidad te hace ver que la explotación no puede seguir más”, agregó Bazalar.
En Arequipa se registró una batalla entre las fuerzas del orden y un millar de manifestantes que a pedradas intentaron tomar por asalto el aeropuerto y fueron repelidos con gases lacrimógenos, según las televisoras locales. La Defensoría del Pueblo confirmó un muerto en Arequipa, en enfrentamientos en el puente Aashuayco, en el Cono Norte de la ciudad. De acuerdo con el jefe de la microred de Salud de Zamácola, Juan Alarcón, el civil murió por una herida de bala en el abdomen. El ejército tomó el control del aeropuerto.
Los bloqueos de carreteras a raíz de las protestas antigubernamentales en Perú se elevaron a 127 puntos con tránsito interrumpido en 18 regiones del país, de un total de 25, según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
“Estamos aquí luchando por nuestra justa razón. Queremos que cierre el Congreso”, dijo la campesina Ayda Aroni, que llegó desde la región de Ayacucho: “Nos marginan, nos dicen que somos vándalos, nos dicen que somos terrucos [terroristas], estamos reclamando nuestro derecho”.
En Lima la autoridad desplegó “11 mil 800 efectivos en las calles para el control de disturbios, más de 120 camionetas y 49 vehículos militares, y también la participación de las fuerzas armadas”, aseguró el jefe de la Región Policial Lima, general Víctor Zanabría. “La policía está en alerta máxima”, agregó. Negocios aledaños a la ruta de la marcha cerraron.
Al menos cinco trabajadores de un equipo de prensa del canal peruano América Televisión resultaron heridos en Lima. El jueves se conoció la muerte de un segundo manifestante herido de bala horas antes en el tórax cuando se manifestaba en Macusani, región de Puno. El miércoles una mujer falleció de un balazo en el marco de las protestas en Macusani, donde una turba quemó una comisaría y un local judicial.
En las regiones de Puno, Huánuco, Tacna centenares de campesinos se movilizaron por las calles. Los aeropuertos de Cuzco y de Arequipa suspendieron sus operaciones por seguridad.
El secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), cuya organización está detrás de la marcha, pronosticó una larga duración hasta la dimisión de la presidenta: “Todas las regiones del país han dicho que no regresarán a su lugar de origen mientras no renuncie Dina Boluarte”, dijo a la AFP Gerónimo López, líder sindical.
Perú vive intensas protestas desde que el 7 de diciembre fue destituido por el Congreso Pedro Castillo y arrestado por un fallido golpe de Estado con el cual intentó cerrar el Parlamento y gobernar por decretos. “Estamos preocupados por las manifestaciones violentas y también reconocemos el derecho de reunión. Lo más importante es nuestro llamado al diálogo y a la no violencia”, dijo el viceportavoz del Departamento de Estado de EU, Vedant Patel.