Por Nicolás Schiller Solti

A sus 40 años, el atleta británico Mo Farah se despidió del deporte tras correr la Great North Run, la media maratón más importante del mundo. El deportista, nacido en Somalia, finalizó en cuarto lugar después de 1 hora, 2 minutos y 43 segundos.

“Ha sido muy emotivo. Pasaron muchas cosas por mi mente. Todo lo que sé hacer es correr y eso es lo que me ha hecho feliz durante tantos años. Correr lo es todo para mí, correr es lo que me salvó” declaró Farah a BBC Sports.

Farah, tiene una de las historias más impactantes del mundo de los deportes. Según reveló en un documental publicado el año pasado, su verdadero nombre es Hussein Abdi Kahin; sin embargo, fue “raptado” de Somalia hacia Reino Unido, donde vivió momentos muy duros después de las muerte de su padre.

“La verdadera historia es que nací en Somalilandia, al norte de Somalia, como Hussein Abdi Kahin. Pese a lo dicho en el pasado, mis padres nunca vivieron en el Reino Unido. Cuando tenía 4 años, mi padre murió en la guerra civil y mi familia quedó dividida. Me separaron de mi madre y me trajeron ilegalmente al Reino Unido con el nombre de otro niño llamado Mohamed Farah. A menudo pienso en el otro Mohamed Farah, el niño al que ‘quité’ la plaza en aquel avión. Espero realmente que esté bien” confesó.

Farah, contó cómo la familia que lo “tomó” le rompió los contactos que le quedaban de su familia y lo amenazó con no volver a verlos si no cumplía con las órdenes que le imponían en el hogar.

El momento que cambió su vida sucedió a los 12 años, cuando por fin lo dejaron estudiar. Farah entró al Feltham Community College, y el profesor de gimnasia, Alan Watkinson, tomó como propósito de vida conseguirle un nuevo hogar y una ciudadanía británica al futuro atleta.

Ya como deportista y representando la bandera británica, Mo ganó medallas de oro en los 5.000 y 10.000 metros en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Río 2016.

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