El futbolista Nicolás Schiappacasse, quien en 2021 jugó en Peñarol, deberá cumplir 90 días de prisión preventiva, informaron a AFP fuentes de Fiscalía, tras ser imputado este viernes por el delito de tráfico de armas y municiones y porte de arma de fuego en lugares públicos.
El delantero de 23 años fue detenido el miércoles luego de que se le incautara una pistola 9 mm en un control policial en una ruta, cuando se dirigía en un vehículo al estadio Campus de Maldonado, al este del país, para asistir como hincha a un clásico amistoso entre Peñarol y Nacional, los dos clubes más populares de Uruguay.
Cuando la Policía le consultó para qué llevaba el arma, que estaba cargada y oculta en una prenda de ropa, el jugador contestó que era para integrantes de la barra brava de Peñarol, de acuerdo a la filtración de la conversación en varios medios locales.
No obstante, esas declaraciones, realizadas de manera informal, no tienen validez a efectos procesales.
Su abogado defensor, Rafael García Azcurra, dijo que el arma “tendría una denuncia de hurto de larga data”, según consignó el local diario El País.
Si bien Schiappacasse viajaba junto a otras tres personas, sus acompañantes fueron liberados y por el momento es el único indagado.
Schiappacasse, cuya ficha pertenece al Sasssuolo de Italia, estaba cerca de extender su préstamo con el campeón uruguayo por seis meses más.
Sin embargo, el presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, fue contundente al declarar que “si las cosas son como se describen”, el delantero “no vuelve” al club.
“No vamos a dudar un segundo porque aparte es momento de bajar ese tipo de mensajes”, aseguró.
El caso tiene lugar pocos días después de dos asesinatos de hinchas de Nacional y Peñarol, el 6 y el 10 de enero respectivamente, a manos de barras de los clubes.