Por Fernanda Ortiz Hernández
Tras el incremento inusual de casos por el síndrome de Guillain-Barré en el mundo, el gobierno de Perú decidió declarar emergencia sanitaria nacional por al menos 90 días. Y es que el trastorno neurológico representa un problema grave de salud para quienes lo padecen.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), con la afección el sistema inmunitario del organismo ataca parte del sistema nervioso periférico “por error”.
De tal manera que genera daños en los nervios que controlan los movimientos musculares, así como en los que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles. En ese sentido, las personas diagnosticadas deben recibir atención médica urgente
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Guillain-Barré?
Los primeros síntomas del síndrome de Guillain-Barré son debilidad u hormigueo, que suelen empezar en las piernas y pueden extenderse a los brazos y la cara. Los efectos se agravan provocando inmovilidad en dichas zonas.
Tal como lo indica la OMS, algunos pacientes experimentan parálisis en los músculos torácicos, lo cual dificulta la respiración y puede provocar la muerte. Aunque esto sólo ocurre en el 20 o 30 por ciento de los casos.
Otros síntomas graves incluyen dificultades para el habla y la deglución, septicemia, trombosis pulmonar o paro cardíaco.
¿Qué factores promueven la aparición del síndrome de Guillain-Barré?
El síndrome de Guillain-Barré es precedido por infecciones bacterianas o víricas. Asimismo, puede ser desencadenado por vacunaciones o intervenciones quirúrgicas y predisposición genética.
Cualquier persona puede desarrollar el trastorno. Sin embargo, el Centro para Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos indica que los adultos mayores o de más de 50 años son dos de los grupos más vulnerables.
¿Qué secuelas deja el síndrome de Guillain-Barré?
La OMS refiere que los síntomas suelen durar pocas semanas y la mayoría de quienes lo padecen logran recuperarse sin complicaciones neurológicas graves a largo plazo.
En realidad, no hay cura para el síndrome de Guillain-Barré, pero el tratamiento puede mejorar los síntomas y acortar su duración.
El tratamiento contra implica monitoreo continuo de la respiración, la actividad cardíaca y la tensión arterial; inmunoterapia, como inmunoglobulinas intravenosas o plasmaféresis para eliminar los autoanticuerpos; y para la debilidad muscular los pacientes necesitan rehabilitación.
En algunos casos, las personas con el síndrome suelen experimentar debilidad residual, entumecimiento u hormigueo, aunque ello no supone un riesgo siempre y cuando el médico indique que la fase aguda o el cuadro fueron superados.
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