Esta semana, el escritor Stephen King, uno de los más famosos y vendidos del mundo, tomó posición en el juicio que lleva adelante el gobierno de los Estados Unidos en contra de la fusión editorial de Simon & Schuster y Penguin Random House. Citado a declarar el martes, el autor de “Misery” se subió al banquillo y se declaró “preocupado” por las consecuencias de esta operación valuada en casi 2 mil 200 millones de dólares. Como testigo, el maestro del terror dijo: “Estoy aquí porque creo que la consolidación es mala para la competencia”.
En 2020, el grupo editorial Penguin Random House anunció la compra de otro sello muy pujante y de su competencia Simon & Schuster.
En noviembre de 2021, el Departamento de Justicia del gobierno estadounidense se dispuso a bloquear dicha fusión e iniciar una demanda para impedir la absorción. ¿Los motivos?, Si en Estados Unidos el mercado editorial ya es bastante concentrado, una concentración semejante monopoliza la industria, reduce la libre competencia y daña a autores y lectores.
En palabras del propio Estado estadounidense: ” la oposición es a la ´influencia desmesurada sobre los autores y las obras que se publican y la cantidad de dinero que se paga a los autores´.
Como testigo estrella, eligieron ni más ni menos que a Stephen King. ”Llevo unos 50 años en el sector del libro. Cuando empecé, había literalmente cientos de editoriales. Una a una fueron absorbidas por otras o cerraron el negocio”, afirmó King, el autor de 75 años detrás de obras como “El resplandor”, “Carrie”, “Misery”, “It” y muchas más, que durante años publicó sus libros con Simon & Schuster y que actualmente publica el grupo Penguin (Debolsillo en la Argentina).
Aunque no es su caso, el escritor consideró que a medida que avanza la concentración editorial, los efectos de ese monopolio recaen en los escritores, a quienes “les resulta cada vez más difícil encontrar dinero suficiente para vivir”. Y lamentó que sus colegas trabajen en “un mundo difícil”.
De acuerdo a su intervención, en el centro de la cuestión están los anticipos de recibos que las editoriales ofrecen a sus autores antes de que escriban sus obras. Los que están empezando no gozan del mismo derecho, mientras que en el caso de los escritores de superventas -ese sí es su caso-, las editoriales compiten y a veces se superan entre sí.
Además, King contó en su declaración que su primer cheque en 1974 fue de 2 mil 500 dólares por “Carrie”, cuyas ventas se dispararon tras su adaptación cinematográfica. Luego vinieron otros hits, como “El resplandor”, y en ese entonces ofreció a su editor reservar sus tres siguientes libros a cambio de 2 millones de dólares, pero se le negaron “con una carcajada”. ¿Qué hizo el maestro del terror? Se fue a la competencia y siguió alternando las publicaciones de sus libros con editoriales conocidas, mientras continuaba sacando algunos de sus libros con sellos independientes.
Sin embargo, atento a su condición de “privilegiado” reconoció que tuvo “suerte de poder permitírmelo, de dejar de seguir mi cuenta bancaria, de seguir mi corazón”, dijo King, quien hace años viene tomando posición en asuntos de coyuntura social y política, y en 2012 fue uno de los defensores por una mayor fiscalidad para los más ricos (incluida su propia riqueza). El juicio continuará durante dos semanas y es un precedente importante para poner un freno a la concentración editorial.