Por Leobardo Vázquez Hernández
Guadalajara no pudo dejar atrás los fantasmas de enfrentar a Tigres en casa y con una pobre actuación en su regreso al Estadio Jalisco cayó (0-4) ante los felinos en una triste noche,
Los tapatíos se olvidaron de prácticamente todo lo mostrado en el pasado y volvieron a ser ese equipo lleno de dudas e imprecisiones que transmite poco en la cancha.
No se puede negar que los rojiblancos y Veljko Paunovic lo intentaron, pero desde el inicio la visita controló el esférico y con ello el ritmo del juego.
Teniendo ante la ausencia de André Pierre Gignac a Nicolás Ibáñez como su hombre clave, quien ante las fallas defensiva aprovechó una serie de rebotes en el área para con un disparo abrir el marcador al (15′).
El gol además de ser un balde de agua fría para los jugadores, causó una enorme molestia en su fanáticada, que previo al descanso protagonizó la vuelta del grito homofóbico a la Liga MX.
Causando que Fernando Hernández, árbitro del partido detuviera las acciones por algunos segundo.
En la parte complementaria la película se repitió, muy poco cambió y Tigres volvió a causar daño en la meta de Miguel Jiménez.
De nueva cuenta encontrando a Nicolás Ibáñez, quien selló su doblete ante las libertades de la zona baja de Guadalajara, con un tiro sin oportunidad de respuesta al (53′).
La nula respuesta de Chivas, permitió a Tigres volver al ataque y encontrar el tercero del partido de los pies de Diego Lainez al (86′).
El cierre de una noche de terror para Guadalajara, fue culminada por Marcelo Flores, quien en el cierre del juego mandó el balón a las redes y sentenció el resultado al (90’+6).