Tom Brady, mariscal de campo de los Tampa Bay Buccaneers, agrandó su leyenda este lunes al guiar a su equipo hacia una épica remontada de trece puntos en los últimos tres minutos del partido contra los New Orleans Saints (17-16).
A sus 45 años, el siete veces ganador del Super Bowl añadió otro capítulo a su legendaria carrera, al conectar el pase para el touchdown decisivo a tres segundos del final; nunca, en sus 23 años de trayectoria en la NFL, había dado un pase decisivo con tan poco por jugar en un partido.
Lo hizo tras un partido de enorme dificultad, en el que la defensa de los Saints le llevó al límite y le hizo perder la calma en repetidas ocasiones, pero la frustración vivida hasta el tercer período se convirtió en alegría pura tras dar dos pases de touchdown en los últimos tres minutos.
El recuerdo del Super Bowl 51
Solo una vez Brady había logrado remontar trece puntos de desventaja en el último cuarto, en el Super Bowl 51 ganado contra los Atlanta Falcons en 2017. En ese caso, el que se considera como el mejor jugador de siempre en la NFL hasta logró remontar 19 puntos de desventaja.
Al acabar el partido, en un Raymond James Stadium eufórico, Brady restó importancia a los méritos personales y celebró el “gran trabajo en equipo” de los Bucs. Su partido, pese a las tremendas dificultades vividas en los tres primeros períodos, acabó con 281 yardas lanzadas, para dos touchdowns, con una sola interceptación.
Brady acabó con 36 de 54 en pases (15 de 21 en el cuarto período) y entregó el último al novato Rachaad White, quien recibió y alcanzó la línea de anotación con tan solo tres segundos en el luminoso.
Reacción épica
Hasta los últimos tres minutos, excepto por un gol de campo que dio una tempranera ventaja a los Bucs, los Saints habían sido los dominadores del partido. Se fueron al descanso por delante 10-3, liderados por un Andy Dalton que lanzó para 229 yardas, con un touchdown, anotado por Tysom Hill tras un pase de treinta yardas de su mariscal de campo.
El margen se incrementó hasta el 16-3 en el tercer período, con un gol de campo de Wil Lutz, al tiempo que eran cada vez más frecuentes las imágenes de un Brady enfurecido, que se llevaba sus manos a la cabeza.
Brady llevaba un 20 de 32 en el cuarto período, cuando sus Bucs parecían condenados, pero en ese momento el exquarterback de los New England Patriots sacó su alma competitiva.
Llevó a su equipo por 57 yardas hasta el touchdown de Cade Otton y la agresiva defensa de los Bucs consiguió forzar el cuarto down de los Saints por la vía rápida por volver a poner el balón en las manos de Brady.
En una carrera contrarreloj, el quarterback guió a su equipo por 73 yardas y encontró, con tres segundos por jugar, una línea de pase para el novato White, quien recibió, se dio la vuelta y logró el touchdown del 16-16.
Fue una formalidad para Ryan Succop transformar el punto adicional que entregó una épica victoria a los Bucs. El equipo de Brady sigue líder del sur de la NFC, con un balance de 6-6, mientras que los Saints sufrieron una nueva derrota, la novena en trece semanas de la NFL.