Por César Huerta Ortiz

¿Fueron las apariciones de la Virgen de Guadalupe una obra de teatro creada para evangelizar a los indígenas durante la colonia?, ¿por qué durante más de 100 años, después de los hechos, no se tiene noticia del llamado milagro del Tepeyac?, ¿qué razones tendría Fray Juan de ZXumárraga, principal testigo de la experiencia celestial, para no dejarlo por escrito?

El cineasta Jesús Muñoz comenzó hace tiempo una investigación a fondo de todo eso y que desembocó en el documental “Tonantzin Guadalupe”, que estrena este miércoles en el festival de DOCSMX, para luego buscar un recorrido por certámenes y llegar finalmente a salas comerciales.

La idea, aclara desde un inicio, no es cuestionar si las apariciones existieron o no, sino la existencia de hechos y que la gente se informe cualquiera que sean sus creencias.

La primera vez que se habló oficialmente de las apariciones fue a través del Nican Mopohua, texto editado a mediados del siglo XVII, casi un siglo después de lo ocurrido a Juan Diego de acuerdo con la historia religiosa.

“El consenso es que la historia del Nican Mopohua, que es la historia de ellas como las conocemos y escrita en náhuatl, es un acto sacramental, una obra de teatro. Eso no quiere decir que las apariciones sean ciertas o no, sino que muestra que esa tradición oral se escribió como obra de teatro para escenificarse en esa lengua”, comenta Muñoz.

“Todos los historiadores lo saben, es el consenso, pero como el tema es sensible se ha mantenido en el ámbito de la academia. Pero si se lee está escrita como obra, con su primer acto, el segundo, ella se aparece y le dice a Juan Diego ve y dile al Obispo, está muy bien escrita”, añade.

El documental que inicia con tomas de la Basílica de Guadalupe y los millones de feligreses que asisten cada 12 de diciembre, cuenta como base el Nican Mopohua para una escenificación que se va intercalando con opiniones de investigadores y académicos y gente de pueblos como el Mixe.

“Yo no soy de ningún bando”, subraya Muñoz.

“Lo que nos dimos cuenta es que las apariciones son en 1531, siete años después del fin de la entrega de Tenochtitlan, pero la primera vez que se da a conocer el relato, la primera evidencia, es en 1648. Fray Juan de Zumárraga, que es considerado un erudito y le tocaron los hechos, nunca publicó nada, ni siquiera que había un indio en cierta situación creando polémica. Entonces siempre ha habido dos bandos; los historiadores aparicionistas, los que creen, y los historiadores anti apariciones”, apunta.

Para el cineasta es claro que lo primero mexicano que hubo en esta parte del mundo fue la Virgen de Guadalupe. Fue el resultado de dos culturas que chocaron y se empezaron a mezclar.

“La intención es que todos nos ayuden a conocer más; no me interesa quitarle la fe a la gente y nada de eso, sino poner de nuestra parte esto que nos toca como mexicanos en nuestra nueva realidad, en que estamos aprendiendo a practicar la democracia, ser plurales”, considera.

“Tonantzin Guadalupe” se presentará este miércoles en el Cinemex Plaza Insurgentes y el próximo sábado tendrá una función al aire libre en el Parque México.

El mes próximo la cinta se proyectará en un festival de Los Ángeles especializado en pueblos originarios, para luego buscar hacer algo en diciembre.

El documental que tiene clasificación B (mayores de 12 años) es una producción de Santa Lucía Cine, Aarón Fernández, Elsa Reyes, Marion D´Ornano y Rafa Casan, contó con los beneficios del estímulo fiscal Eficine.

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