La tormenta tropical Nicholas se debilitaba el martes al avanzar hacia el interior del estado de Texas, donde tocó tierra más temprano como huracán antes de ser degradado por los meteorólogos estadounidenses.
En su último boletín, de las 09H00 GMT, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense explicó que Nicholas, con vientos de 110 km/h, debería avanzar lentamente hacia el noreste, antes de pasar el miércoles por Luisiana, ya golpeado hace días por el huracán Ida.
Nicholas debería seguir debilitándose antes de convertirse en una depresión tropical el miércoles.
El NHC prevé lluvias de entre 13 a 25 centímetros sobre la costa de Texas y el norte de Luisiana. Pero podrían alcanzar hasta los 50 centímetros en el centro y sur de Luisiana.
“Nicholas puede provocar marejadas a lo ancho del sur [de Estados Unidos] en los próximos días”, indicó el organismo.
Nicholas, una tormenta tropical que ganó fuerza de huracán de categoría 1 en el Golfo de México con vientos máximos sostenidos de 120 km/hora, había tocado tierra en Texas hacia las 05H30 GMT. Entonces las autoridades meteorológicas habían advertido de peligrosas lluvias, marejadas e inundaciones, en particular en zonas urbanizadas como Houston, la principal ciudad de Texas.
El NHC también había emitido una advertencia de marejada ciclónica para gran parte de la costa del Golfo, lo que significa que “hay un peligro de inundación fatal por la subida del agua que se desplaza hacia el interior de la costa”.
“Esta es una situación que amenaza la vida”, dijo el centro, y alertó a la gente en la zona que tome “todas las medidas necesarias para proteger la vida y la propiedad de la crecida y otras posibles condiciones peligrosas”.
Los videos compartidos en redes sociales mostraban vientos violentos y fuertes lluvias, incluso provocando el derribo del techo de una estación de gasolina Citgo.
– Vuelos cancelados –
Houston, que fue duramente golpeada por el huracán Harvey en 2017, estaba en alerta máxima, dijo su alcalde, Sylvester Turner.
“Insto a todo el mundo a estar fuera de las carreteras al caer el sol y a evitar conducir esta noche hasta mañana, ya que anticipamos fuertes lluvias”, publicó Turner en Twitter el lunes.
Las autoridades levantaron barricadas, activaron la oficina de gestión de emergencias de Houston y pidieron a los residentes que tomaran precauciones.
La inminente llegada de la tormenta obligó a cancelar muchos vuelos en los aeropuertos del área de Houston y el canal de navegación del concurrido puerto de esta ciudad también fue cerrado, dijo un portavoz de la agencia que dirige los barcos a través de la vía navegable.
Las escuelas cerraron el lunes por la tarde en toda la zona afectada por la tormenta y seguirán cerradas el martes, según las autoridades.
El presidente Joe Biden declaró el lunes estado de urgencia en Luisiana, ya golpeado por el huracán Ida, que dejó medio centenar de muertos en Estados Unidos a finales de agosto y principios de septiembre.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, instó a los habitantes del estado a respetar las directrices de las autoridades locales.
“Corresponde a todos los texanos que se encuentren en la trayectoria de esta tormenta tomar precauciones, hacer caso a las orientaciones de las autoridades y permanecer atentos a medida que este tiempo severo se desplace sobre Texas”, dijo en un comunicado.
Este estado no es ajeno a los huracanes, pero los científicos advierten que el cambio climático está aumentando su intensidad y poniendo en riesgo a las poblaciones costeras.
Los litorales sufren inundaciones, que se han visto empeoradas por el alza del nivel del mar.
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