Washington, D.C.- El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump ha comenzado a despedir a varios cientos de empleados de la Administración Federal de Aviación (FAA), durante un ajetreado fin de semana de viajes aéreos y tan sólo unas semanas después de una colisión fatal en el Aeropuerto Ronald Reagan de Washington.

Los trabajadores en periodo de prueba recibieron correos electrónicos enviados a altas horas de la noche del viernes para notificarles que habían sido despedidos, señaló en un comunicado David Spero, presidente del sindicato de Especialistas en Seguridad de Aviación Profesional.

Los trabajadores afectados incluyen personal contratado para mantenimiento de radar, aterrizajes y ayudas a la navegación de la FAA, según comentó un controlador de tráfico aéreo a The Associated Press. El controlador no estaba autorizado a hablar con los medios y pidió permanecer en el anonimato.

En un mensaje publicado en la red social X el lunes por la noche, el secretario de Transporte, Sean Duffy, dijo que menos de 400 empleados de la FAA fueron despedidos y que “cero controladores de tráfico aéreo y personal crucial de seguridad fueron despedidos”.

Un funcionario del Departamento de Transporte le dijo a la AP el lunes por la mañana que la agencia ha “retenido a empleados que realizan funciones cruciales de seguridad”. En una consulta posterior, la agencia indicó que tendrían que investigar si los trabajadores de radar, aterrizajes y ayudas a la navegación afectados eran considerados encargados de funciones cruciales de seguridad.

La Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo señaló en un breve comunicado el lunes que estaba “analizando el efecto de los despidos de empleados federales reportados en la seguridad de la aviación, el sistema nacional de espacio aéreo y nuestros miembros”.

Otros empleados de la FAA que fueron despedidos estaban trabajando en un sistema de radar de alerta temprana urgente y secreto que la Fuerza Aérea había anunciado en 2023 para Hawai, destinado a detectar misiles de crucero entrantes, a través de un programa financiado en parte por el Departamento de Defensa. Es uno de varios programas que gestiona el Programa de Defensa Nacional del Sistema de Espacio Aéreo de la FAA, el cual involucra radares que proporcionan detección de largo alcance en los alrededores de las fronteras del país.

Debido a la naturaleza de su trabajo, el personal de esa oficina normalmente proporciona una extensa transferencia de conocimiento antes de jubilarse para asegurarse de que no se pierda conocimiento institucional, dijo Charles Spitzer-Stadtlander, uno de los empleados de esa rama que fue despedido.

El radar de Hawai y la oficina del programa de defensa de la FAA que trabaja en él están “dedicados a proteger la seguridad nacional”, señaló Spitzer-Stadtlander. “No creo que siquiera supieran lo que hace el NDP (siglas en inglés del programa de defensa nacional). Sólo pensaron: ‘oh, no es gran cosa, él sólo trabaja para la FAA’”.

“Esto es acerca de proteger la seguridad nacional, y estoy aterrorizado”, declaró Spitzer-Stadtlander. “Y el público estadounidense también debería estarlo”.

Spero indicó que los mensajes comenzaron a llegar el viernes después de las 7 de la tarde y continuaron hasta altas horas de la noche. Más empleados podrían ser notificados durante el fin de semana largo o se les podría prohibir la entrada a los edificios de la FAA el martes, agregó.

Los empleados fueron despedidos “sin causa ni basados en el rendimiento o la conducta”, señaló Spero, y los correos electrónicos provenían “de una dirección de correo electrónico de ‘orden ejecutiva’ de Microsoft”, no de una dirección de correo del gobierno.

Los despidos golpean a la FAA en un momento en que enfrenta escasez de controladores. Desde hace años, funcionarios federales han expresado preocupaciones por un sistema de control de tráfico aéreo sobrecargado y falto de personal, especialmente después de una serie de incidentes cercanos entre aviones en aeropuertos de Estados Unidos. Entre las razones que han citado para la escasez de personal están salarios no competitivos, turnos largos, capacitación intensiva y jubilaciones obligatorias.

En el accidente fatal del 29 de enero entre un helicóptero Black Hawk del Ejército y un avión de pasajeros de American Airlines —que aún está bajo investigación—, un controlador estaba manejando el tráfico de aerolíneas comerciales y el de helicópteros al mismo tiempo en el ajetreado aeropuerto.

Apenas días antes de la colisión, Trump ya había despedido a todos los miembros de la Comisión Asesora de Seguridad de Aviación, un panel cuya creación fue ordenada por el Congreso tras el atentado contra el vuelo 103 de PanAm sobre Lockerbie, Escocia, en 1988. La comisión tiene la responsabilidad de examinar cuestiones de seguridad en aerolíneas y aeropuertos.

Spitzer-Stadtlander sugirió que su despido se debió a sus opiniones sobre Tesla y X, anteriormente Twitter, y no como parte de una redada general a nivel de prueba. Ambas empresas son propiedad de Elon Musk, cuyo Departamento de Eficiencia Gubernamental lidera el esfuerzo de Trump para recortar el gobierno federal.

DOGE no respondió de momento a una solicitud de comentarios. CNN reportó los despidos en primera instancia.

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