Londres.— La primera ministra británica, Liz Truss, dijo que lamenta sus errores y se mostró dispuesta a continuar en su cargo por el interés nacional, en una entrevista con la cadena BBC.

“Quiero aceptar mi responsabilidad y lamento los errores cometidos”, expresó la dirigente conservadora, quien apenas asumió el mandato hace seis semanas. “Seguiré en mi puesto para cumplir mis compromisos por el interés de Reino Unido”, dijo.

Truss señaló que con el recorte masivo de impuestos que prometió al asumir pretendía ayudar a que la gente pudiese pagar sus facturas por energía, pero fue “demasiado lejos y demasiado deprisa”, por lo que reemplazó a su ministro de Economía por Jeremy Hunt, “con una nueva estrategia para restaurar la estabilidad económica”.

Además, frente a las voces que le reclaman que se marche —ya lo han hecho públicamente cinco de sus propios diputados—, desechó la posibilidad de que vaya a renunciar de forma voluntaria. “Lo importante es que he sido elegida para conseguir resultados para este país. Nos enfrentamos a momentos muy duros.

“Simplemente no podemos permitirnos pasar el tiempo hablando del Partido Conservador en vez de lo que necesitamos conseguir. Ese es mi mensaje a mis colegas”, abundó.

En este sentido, el nuevo secretario del Tesoro, Jeremy Hunt, modificó completamente el plan económico del gobierno, dando marcha atrás a la mayoría de los recortes fiscales y planes de gastos que Truss anunció hace menos de un mes.

La medida generó nuevas interrogantes acerca de cuánto tiempo seguirá en el poder la atribulada gobernante británica. Hunt anunció que anula la rebaja prevista de 20% a 19%, a partir de abril, de la banda básica del impuesto sobre la renta y que las ayudas para limitar la factura energética para empresas y hogares, que debían durar dos años.

Aunque el hecho de que las políticas hayan sido revertidas apaciguó a los mercados financieros y ayudó a restaurar la credibilidad económica del gobierno, socavó aún más la autoridad de la primera ministra.

Hunt asumió el cargo en sustitución de Kwasi Kwarteng, que fue cesado por Truss después de que su presentación el 23 de septiembre de un plan fiscal sin detalles de cómo reduciría la deuda sembrara el caos en los mercados financieros.

Truss declinó asistir a la Cámara de los Comunes para responder una pregunta sobre la economía de parte del líder de la oposición, y en su lugar envió a Penny Mordaunt, presidenta de ese recinto legislativo. Mordaunt rechazó la insinuación de un legislador de que Truss “estaba acobardada debajo de su escritorio” para evitar el escrutinio.

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