Ucrania celebra el miércoles un “Día de la unidad” frente a la amenaza de invasión rusa, en un momento en que la retirada parcial de las tropas de Moscú de la frontera alimenta la esperanza de una resolución pacífica de esta crisis.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, asistió a unas maniobras militares cerca de Rivné, en el oeste. “Les agradezco que defiendan nuestro Estado. Cuando les miro, tengo confianza”, declaró ante los militares.

El ejército ruso anunció que había terminado sus ejercicios y que los soldados desplegados en la península anexada de Crimea, en el sur de Ucrania, abandonaban la zona, publicando un video que muestra una retirada de las tropas y del arsenal militar en un tren nocturno que une Crimea con Rusia.

El despliegue de más de 100 mil soldados rusos en la frontera con Ucrania había sido catalogado por Estados Unidos como un riesgo de una invasión inminente y es considerado como la peor crisis de seguridad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Pero desde hace días se suceden las maniobras diplomáticas de estadounidenses y europeos para aplacar los temores de una invasión. Los occidentales advirtieron que impondrían unas sanciones económicas masivas a Rusia en caso de ofensiva, algo que el Kremlin negó querer hacer.

Pero, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, respondió afirmando que “por ahora” no hay señales concretas de una desescalada, pese a las declaraciones de los responsables en Moscú.

“No hemos constatado ninguna desescalada en el terreno por ahora. Al contrario, parece que Rusia sigue reforzando su presencia militar”, afirmó Stoltenberg al inicio de la reunión de los ministros de Defensa de la Alianza en Bruselas.

Los occidentales se mantienen prudentes. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, indicó que de confirmarse, sin que haya dudas, sería una muestra de distensión.

El jueves, los líderes de la Unión Europea (UE) se reunirán en Bruselas para tratar sobre la situación en la frontera ucraniana, dijo un portavoz del bloque.

“El refuerzo de las tropas rusas en la frontera ucraniana continúa siendo fuente de preocupación”, señaló por su parte la ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, indicó que esta retirada “sería positiva” pero todavía debe ser verificada.

No obstante, le tendió la mano a Moscú, declarándose abierto a la diplomacia, un anuncio aplaudido por el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “Que el presidente de Estados Unidos también haya expresado su disposición a unas negociaciones serias el algo positivo”, afirmó.

El gobierno ruso lamenta que los occidentales hayan rechazado sus principales exigencias, como que la OTAN termine con su política de expansión y que prohíba una eventual incorporación de Ucrania a la alianza, y la retirada de la infraestructura militar de la OTAN de Europa del Este.

Por su parte, los occidentales propusieron abrir un diálogo sobre temas como el control de armamento.

Rusia abrió asimismo un nuevo frente, con la votación efectuada el martes por su Parlamento para que se reconozca la independencia de los territorios separatistas de Ucrania.

Eso constituiría una “grave violación de la ley internacional”, advirtió el miércoles el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken.

En ese contexto tenso, el presidente chino, Xi Jinping, pidió, durante una conversación con su homólogo francés, Emmanuel Macron, que se “busque una solución global a la cuestión ucraniana a través del diálogo y las consultas”, indicó la agencia oficial china Xinhua.

En tanto, los ucranianos celebraron este miércoles el “Día de la unidad” decretado por Volodimir Zelenski, y muchas calles de Kiev se llenaron de banderas, desplegadas por las autoridades y por los habitantes.

En algunas escuelas de la capital se organizaron ejercicios de evacuación.

“No debe cundir el pánico”, insistió un teniente de la alcaldía, Valentyn Mondryvsky. “Como adultos, nuestro deber es mantener la calma”.

El presidente ucraniano también debía visitar Mariupol, la última ciudad del este que está bajo control del gobierno y que es considerada como uno de los territorios bajo amenaza en caso de una invasión, ya que está a unos 20 kilómetros de donde operan los separatistas prorrusos que mantienen un conflicto armado.

El martes, Ucrania fue víctima de un ciberataque masivo que afectó sobre todo al portal web del Ministerio de Defensa y a una quincena de bancos, y acusó a Moscú del mismo.

“Rusia no tiene nada que ver con ningún ciberataque”, replicó el miércoles Dmitri Peskov.

agv

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