Un ex maestro de St. Paul, de origen latino, se enteró de su futuro en la corte del condado de Ramsey el miércoles después de declararse culpable de tener una relación sexual con un estudiante, publicó Canal 5 ABC. Pablo Alejandro Cortés, de 50 años, de St. Paul, fue sentenciado a dos años de libertad condicional.

Recibió una sentencia de 360 días en el Centro Correccional del Condado de Ramsey, pero 359 de esos días se suspendieron durante los dos años de libertad condicional. Esto lo dejaría para cumplir un día en la cárcel, pero tiene crédito por un día cumplido.

Cortés también debe asistir a un programa de delincuentes sexuales y estar registrado como delincuente depredador por un mínimo de 10 años, entre otros requisitos. Cortés se declaró culpable en mayo de un cargo de conducta sexual delictiva en quinto grado a cambio de la desestimación de un cargo inicial de conducta sexual delictiva en cuarto grado, un año de libertad condicional y registro como delincuente depredador.

Los documentos judiciales dicen que Cortés, un maestro de ciencias en la escuela secundaria AGAPE, y un estudiante de 18 años comenzaron a hablar en mayo de 2022, cerca del final del año escolar. Cuando comenzó el nuevo año escolar en el otoño, Cortés dio una de sus clases y su relación se volvió inapropiada en diciembre. El estudiante informó que comenzaron a enviar mensajes de texto e intercambiar mensajes de Snapchat que estaban “bromeando pero un poco coquetos”, y luego acordaron reunirse después de la escuela un día a principios de diciembre.

La denuncia penal establece que los dos fueron a una rampa de estacionamiento cerca de Como Park, se subieron al auto de Cortés y hablaron durante un rato, reconociendo que hacer algo estaba mal y específicamente pondría a Cortés en peligro de perder su trabajo. Sin embargo, continuaron y, luego de que Cortés se expuso, el estudiante le practicó sexo oral, dice la denuncia.

Según la denuncia, la estudiante informó que no quería hacer nada más con Cortés pero que se asustó después de que él se expusiera. Agregó que se sintió aturdida conduciendo a casa y “se echó a llorar”, y agregó que acordaron no volver a hacerlo nunca más.

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