Un ataque con dron a una base militar de EEUU en el noreste de Siria mató a un contratista estadounidense, hirió a otro y lesionó a cinco soldados del ejército norteamericano, informó el Pentágono la noche de este jueves.
“Un contratista estadounidense murió. Cinco soldados del ejército, más otro contratista estadounidense, resultaron heridos luego de que un vehículo aéreo no tripulado golpeara una instalación de mantenimiento en la base Coalición cerca de Hasakah, en el noreste de Siria”, dijo el Departamento de Defensa en un comunicado.
Los heridos fueron trasladados a Irak para recibir tratamiento médico.
Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos consideran que el ataque es de origen iraní, por lo que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, le ordenó al Ejército que realice ataques aéreos contra instalaciones vinculadas con Teherán.
“Siguiendo instrucciones del presidente, (Joe) Biden, he autorizado a las fuerzas del Mando Central de Estados Unidos a realizar ataques aéreos de precisión esta noche en el este de Siria”, detalló Austin.
El secretario de Defensa indicó que los ataques en represalia están dirigidos contra instalaciones utilizadas por “grupos afiliados” a la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC).
“Los ataques aéreos se han llevado a cabo en respuesta al ataque de hoy, así como una serie de recientes ataques contra las fuerzas de la coalición en Siria por grupos afiliados a la IRGC”, explicó.
El jefe del Pentágono aseguró que estos ataques “tienen el objetivo de proteger y defender al personal estadounidense”, según reza un comunicado.
“Como ha dejado claro el presidente Biden, tomaremos todas las medidas necesarias para defender a nuestro pueblo y responderemos siempre en el momento y lugar que elijamos”, manifestó Austin. “Ningún grupo atacará impunemente a nuestras tropas”.
Por otra parte, Estados Unidos volvió a pedir a los países que tienen a ciudadanos internados en los campamentos para ex combatientes y familiares del Estado Islámico (EI) en el noreste de Siria que continúen repatriándolos, lo que considera “la única solución duradera” al problema.
“Estados Unidos continúa comprometido con esta causa, predicando con el ejemplo mediante la repatriación de ciudadanos estadounidenses. Estamos dispuestos a ayudar a otros países con la logística”, dijo en un comunicado el viceportavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel.
En su escrito, Patel recordó que durante 2022 se repatriaron 3.000 personas extranjeras desde los campamentos del noreste de Siria, Al Hol y Roj, sobre todo iraquíes.
Las cifras están en línea con las recogidas por la ONG Human Rights Watch, que a finales de año emitió un informe en el que recuerda que todavía quedan más de 40.000 extranjeros en los campamentos, muchos de ellos mujeres y niños.
A comienzos de enero, España repatrió a dos mujeres y a trece menores a su cargo desde Siria, ambas esposas de yihadistas y que habían participado en actividades de reclutamiento de combatientes para el grupo terrorista.
EEUU recordó que el grupo terrorista continúa representando una amenaza, y en particular para las personas retenidas en los campos del noreste de Siria, la mayoría de los cuales son menores de edad.