El recrudecimiento de las políticas migratorias, lejos de lograr su cometido para frenar el cruce ilegal hacia Estados Unidos, orilla a los migrantes a buscar nuevas maneras de llegar, lo que pone sus vidas en peligro durante su trayecto, denunció la senadora Claudia Ruiz Massieu Salinas.
La legisladora del PRI presentó un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a que fortalezca el plan de acción y las medidas que tomará para proteger y salvaguardar a los migrantes mexicanos en Texas, que se vean afectados por la política de migración implementada por el gobernador Greg Abbott, quien emitió una orden ejecutiva que autoriza a la Guardia Nacional y al Departamento de Seguridad Pública del estado a detener y regresar a migrantes a la frontera con México, para ser procesados por las autoridades migratorias.
Ruiz Massieu consideró que dicha acción sólo se puede entender como parte de las campañas electorales que se llevarán a cabo en noviembre en Texas.
Alertó que esta dinámica afecta directamente los intereses de México, pues ante las actitudes del gobernador Abbott y las políticas migratorias de Estados Unidos, el territorio mexicano funge como origen, tránsito y destino de miles de migrantes.
La exsecretaria de Relaciones Exteriores sostuvo que el fenómeno de la migración ilegal de connacionales en la frontera es un asunto de atención urgente, pues sólo en marzo de este año se detuvo a 87 mil 388 migrantes mexicanos, además de que en el primer trimestre aumentaron las detenciones 48.7%.
Destacó que los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvieron un encuentro bilateral en Washington el pasado 12 de julio, en el que se abordaron temas como seguridad, integración económica, medio ambiente y migración.
Por ello, también solicitó a la SRE un informe de las acciones que se tomen, así como los acuerdos migratorios que se adopten, con base en el encuentro bilateral entre los mandatarios de ambas naciones.
Dijo que es fundamental mantener una apertura al diálogo con el gobierno estadounidense que permita establecer una agenda migratoria concreta, que resulte benéfica para ambas partes y que busque atender el fenómeno de la migración en la frontera, con respeto a los derechos humanos de los migrantes.