Bruselas.— Los resultados preliminares de las elecciones intermedias en Estados Unidos son interpretados por algunos expertos del otro lado del Atlántico como una señal de que Donald Trump no es más la fórmula que garantiza el éxito del Partido Republicano en las urnas.
Prevén que las elecciones de mitad de mandato desencadenen una “guerra civil” al interior del partido, entre los que comulgan con las ocurrencias de Trump y el brazo republicano más tradicional. “Ahora hay un nuevo candidato, Ron DeSantis, gobernador de Florida, que emerge como un fuerte líder republicano”, dijo Daniel Hamilton, investigador del Foreign Policy Institute de la Universidad Johns Hopkins de Washington. “
DeSantis se ha colocado en una posición competitiva frente a Trump, aunque su visión de política exterior no es clara, más allá de ser un gran opositor a la migración”, puntualizó en un foro digital convocado por el centro de estudios con sede en Bruselas, European Policy Centre (EPC).
El que disminuyan las posibilidades de que Trump regrese a la Casa Blanca supone un tanque de oxígeno para la Unión Europea (UE). Durante su administración, las relaciones transatlánticas pasaron sus horas más bajas. “Los electores estadounidenses parecen estar agotados de tanta locura”, dijo Hamilton.
Sin embargo, una Cámara de Representantes con mayoría republicana, como se anticipa, acentuará los “irritantes” de la agenda bilateral, concretamente sobre China, Ucrania y la Ley de Reducción de la Inflación de EU, adelanta Julia De Clerck-Sachsse, experta del German Marshall Fund of the United States.
De acuerdo con el Institute for the World Economy de la Universidad de Kiel, Alemania, la administración Biden ha comprometido 52 mil millones de euros en ayuda militar, financiera y humanitaria para Ucrania, lo que representa casi el doble de los 29 mil millones de euros en compromisos anunciados por la UE y sus Estados miembros. Hamilton sostiene que los republicanos han comenzado a notar el desequilibrio en la asistencia a Kiev.
“Los republicanos seguirán con la ayuda militar directa, pero habrá menos soporte para la asistencia no militar. La expectativa es que los europeos hagan más”, señala. Existe la probabilidad de que los republicanos condicionen el apoyo a Ucrania a un reparto más equitativo de la carga. Otro apartado en donde podrían emerger problemas es el chino. Para Bruselas, China es al mismo tiempo socio, competidor y rival, mientras que para EU es un competidor, rival sistemático, y quizás en unas cuantas áreas es socio, como en materia climática.
“Hay un cambio en el debate europeo hacia un enfoque más duro hacia China, pero los republicanos no tienen la paciencia para trabajar con los europeos hacia un punto en el que se llegue a un acuerdo compartido. Se ocupan menos de las formas diplomáticas de los europeos y sus sensibilidades, así que de ser posible presionarán más”, indica Hamilton