Por Antonio López Cruz

Tras casi cinco años, desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador suspendió las operaciones del avión presidencial TP01 y anunció su venta, el gobierno mexicano firmó el contrato de compraventa de la aeronave.

El monto de la venta del “José María Morelos y Pavón” será de mil 659 millones de pesos, equivalente a 92 millones de dólares, es decir, 25 millones de dólares menos que su última valuación, que fue de 117 millones de dólares en 2021 y que hizo la ONU.

En el proceso de compra y venta intervino el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), así como Banobras, dependencias que firmaron un contrato de colaboración desde la primera semana de abril. Desde entonces ya se tenían dos interesados.

Así, este jueves se consolidó la firma de la compraventa con un grupo de personas provenientes del país centroasiático de Tayikistán.

“Después de mucho tiempo se logró vender este avión. Estamos contentos. Estamos como los nuevos ricos, que compran un yate o un avión como este y son felices sólo el día que lo estrenan y el día que lo venden”, señaló López Obrador a través de un video que compartió desde el avión.

Desde su adquisición hasta 2018, el Boeing B787 Dreamliner, que fue bautizado como José María Morelos y Pavón, realizó 214 operaciones y voló 600 mil kilómetros, lo que significa que operó dos años y 10 meses, equivalentes a 10% del tiempo que voló la aeronave antecesora, un Boeing 757 denominado Presidente Benito Juárez.

El último viaje en la pasada administración fue del entonces presidente Enrique Peña Nieto a la Cumbre del G20 que se realizó en Buenos Aires, Argentina. Desde entonces, el lujoso Boeing B787 para uso ejecutivo sólo voló en julio de 2021 para trasladar a deportistas hacia los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón, y efectuó diversos viajes a Victorville, California, Estados Unidos, para recibir mantenimiento por parte de la compañía fabricante Boeing. Al día de hoy, los costos de mantenimiento, actualización de software y resguardo rozan los 100 millones de pesos (87 mdp hasta enero de 2023).

En junio de 2021, López Obrador dejó la venta del avión en manos de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). Pese a haber costado 218 millones de dólares, se valuó en 117 millones de dólares; sin embargo, tras meses de intentarlo se fracasó.

A principios de 2023, el gobierno federal decidió bajar aún más el precio, en busca de un comprador, y se determinó que Banobras firmaría el convenio con el Indep, toda vez que dicho instituto tiene la facultad de subastar a la baja el precio establecido.

El comprador final fue un grupo de personas integrantes del gobierno de la República de Tayikistán, país ubicado en Asia central, famoso por sus lagos color turquesa, su ruta de la seda y sus mezquitas.

“Concretamos la venta del Boeing 787. La transacción se hizo a un precio de mil 659 millones de pesos, es decir, alrededor de 92 millones de dólares, que corresponde al avalúo que hizo el Insabi. La transacción se hizo con la República de Tayikistán, un país asiático y exsoviético, a través de su Comité Estatal de Inversiones y de Administración de Propiedades. Ellos están aquí en México y tienen 10 días para llevarse la aeronave hacia su país”, puntualizó el titular de Banobras, Jorge Mendoza Sánchez.

La aeronave tiene 57 metros de longitud y 17 metros de altura, con una capacidad máxima para 80 pasajeros.

Cuenta con recámaras, baño, cocina y sala de juntas.

Dinero, para construir hospitales

El Presidente señaló que los recursos obtenidos por la venta se van a destinar a la construcción de dos hospitales: uno en Tlapa, en la Montaña de Guerrero, y otro en Tuxtepec, Oaxaca.

“Este dinero se invertirá en dos hospitales, en Tlapa, Guerrero, y en Tuxtepec, Oaxaca, que serán construidos por los ingenieros militares e inaugurados antes de terminar nuestro mandato”, concluyó el Presidente.

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