“Comprar una obra maestra nunca ha sido tan fácil”, anuncia la plataforma The Third Place al ofrecer el Retrato doble de “Jeanne Baudot”, pintura creada por Pierre-Auguste Renoir hace 125 años… en 1125 pedacitos virtuales. Es decir, esa cantidad de Tokens No Fungibles (NFT), por un valor de 0,5 Ether cada uno.
Una forma de “democratizar la propiedad” de este tipo de piezas y “un cambio de paradigma revolucionario” en el mercado del arte según lo presenta Particle, otro sitio que ofrece en 10 mil fragmentos “El amor está en el aire” (2005), del grafitero Banksy.
“Gracias a la propiedad fraccionada, dividiendo el objeto en partes y sumando los fondos para su compra, cualquiera puede poseer costosas obras maestras de pintura”, se explica en nft.third.place, proyecto impulsado por un equipo interdisciplinario de expertos de Rusia, Italia y Estados Unidos.
En este caso, el sistema funciona de la siguiente manera: la compra de uno o más fragmentos, que será posible a partir del 22 de diciembre, otorga el derecho exclusivo a una copia digital de la fracción NFT y el derecho no exclusivo a la copia digital de toda la obra. También, un acceso privilegiado –tanto presencial como a través de una cámara- a la pieza real. Esta última se comprará una vez que los Tokens hayan sido vendidos, será propiedad de la organización sin fines de lucro Third Place Foundation y se exhibirá en primera instancia en su sede: la antigua mansión Naryshkin Palace, en San Petersburgo.
“Posteriormente, integrará una exposición temporal en uno de los museos asociados”, donde permanecerá tapada y solo se revelará en horarios limitados al público general, anticipa el sitio. Eso sí: la adjudicación aleatoria no permite elegir qué parte del cuadro es la preferida, y recién se accederá al derecho de reventa una vez que todas las partes hayan sido vendidas.
10 mil cachitos de un Banksy, por 1,500 dólares cada uno
La obra de Banksy ofrecida por Particle, en cambio, ya fue comprada en Sotheby’s el 14 de mayo de 2021, por 12,9 millones de dólares. La pieza real -una de las más icónicas del grafitero anónimo, que presenta a un lanzador de bombas a punto de arrojar un ramo de flores- se exhibirá tanto en un museo físico como en otro virtual, alojado en el metaverso. Mide 90 x 90 cm y se replicará en 10 mil “partículas” virtuales, únicas y coleccionables, que según “The New York Times” se venderán por un monto aproximado de 1500 dólares cada una.
Ya es posible solicitar una o varias de ellas, y a partir del 10 de enero se notificará por mail si las solicitudes fueron aprobadas. Para asegurar que todos tengan la oportunidad de participar, los 2 mil primeros puestos en la lista de espera tienen garantizada por lo menos una partícula en el proceso de asignación.
El 90% de esas partículas se venderá al público y el 9% será retenido por Particle; el 1% restante se donará a Particle Foundation para que se mantenga en fideicomiso. “Esta es una donación importante ya que el 1% actúa como un fragmento, lo que garantiza que ninguna persona pueda adquirir todas las partículas y reclamar la posesión de la pieza física”, explican desde el sitio que incluye entre sus fundadores a Loïc Gouzer.
Es decir, el hombre que fue copresidente del departamento de arte moderno y contemporáneo de Christie’s Post-War durante siete años, y uno de los responsables de la venta de Salvator Mundi, la obra de Leonardo Da Vinci que alcanzó el récord mundial de 450 millones de dólares.
A principios de este año, una serigrafía de Banksy que había sido comprada por 95 mil dólares fue quemada y reemplazada por un NFT, vendido por un valor cuatro veces mayor por la empresa de blockchain Injective Protocol. “No puedo creer que ustedes, idiotas, realmente compren esta mierda”, se leía en la imagen que recreaba una subasta.
“Mientras que otros han optado por destruir la obra de arte física para facilitar su transición al mundo digital, creemos que la destrucción física del arte es la antítesis de nuestra misión de fomentar el acceso a las obras maestras más preciosas del mundo. Nuestro enfoque único de la digitalización permite proteger y mejorar el arte a medida que ingresa al ámbito digital: en lugar de destruir físicamente la pieza, Particle ha optado por destruirla legalmente, destripando su valor físico al donarla a una organización sin fines de lucro.
La obra de arte se conserva y protege físicamente para ser disfrutada por la gente”, agrega el sitio particlecollection.com. De esta manera, prometen sus impulsores, se procura “democratizar las prácticas de coleccionismo y, en última instancia, redefinir lo que significa poseer una obra de arte”.
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fjb