Por Ángel Santamaría

Rockford.- “Hola”, le dijo Christian Soto a Darlene Weber, de 46 años, antes de apuñalarla en la cara, tras un allanamiento de morada, en Illinois, Estados Unidos.

Weber iba a salir por la puerta trasera con su perro pitbull Brandy, que saltó y mordió al atacante, lo que le dio tiempo a la víctima para gatear, escapar y pedir ayuda; sus hijos, Jacob Vollman, de 21 años, y Cathy Gilfillan, de 23, estaban en la casa.

“Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos”, dijo Weber. “Al recordarlo, fue casi como si literalmente hubiera intentado matarme”, reconstruyó NBC News el ataque.

“Ven aquí”

Luego de que su madre huyera y gritara pidiendo ayuda, Vollman se acercó a Soto, mientras su mamá sacó su celular y llamaba al 911. “Simplemente giré la cabeza y él está parado justo ahí. Y literalmente me mira y dice: ‘Ven aquí’, y comienza a atacar”. “Luego me golpea un par de veces”. Añadió que luchó contra el hombre “de frente” y no fue apuñalado con la hoja del arma blanca, pero sí fue herido.

Tras un par de minutos peleando, según la reconstrucción del ataque, entró en escena Cathy, quien se despertó por los gritos de “ayuda, ayuda” y “sal de mi casa, no deberías estar aquí”.

Indicó que encontró a su hermano “boxeando” contra el sujeto, quien se lanzó contra ella y fue herida por lo que cayó en posición fetal. El atacante estaba a punto de golpearla nuevamente cuando su hermano comenzó a “caminar hacia él” con una botella.

El atacante “salió” por la puerta trasera, momento en el que llegó la policía. “Si no fuera por él”, dijo, refiriéndose a Vollman, “mamá y yo no estaríamos aquí”.

“Este es mi caballero de brillante armadura, y es mi hijo. Fue como si Dios me lo enviara y me enviara un regalo y fui bendecida con eso”, dijo Weber, de 46 años.

“Ni siquiera estoy bromeando. Si no fuera por él, no creo que estaría aquí hablando contigo en este momento”, dijo sobre su hijo. “Realmente no lo sé. Fue aterrador”, reportó NBC News.

Los integrantes de la familia dijeron que el hombre estaba cubierto de sangre cuando llegó a su casa, incluidas las manos, el suéter y los pantalones.

Weber indicó que “me sentí un poco culpable de que éramos sobrevivientes y… había personas inocentes que fueron separadas de sus familias”.

“Sólo puedo imaginar lo que los demás pasaron”

Soto le dijo a la policía que fue a la casa de Jacob Schupbach el miércoles por la tarde a fumar marihuana y que cree que estaba mezclada, lo que le provocó volverse paranoico. Soto “dijo que sacó un cuchillo de la cocina de la casa de Jacob y procedió a apuñalar a Jacob y Ramona hasta matarlos”, dijo Hanley.

Weber dijo: “Ni siquiera puedo entender lo que pasó ayer. Es muy difícil simplemente sentarse aquí y hablar de ello o incluso reproducirlo. Simplemente no puedo entender esa imagen de él parado allí y diciendo: ‘Hola’ (…) Sólo puedo imaginar lo que todos los demás pasaron”.

Soto también asesinó a un cartero, Jay Larson; y Jenna Newcomb, de 15 años, que murió salvando a su hermana.

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