Sidney.- Segundos de terror vivieron pasajeros de un vuelo de la compañía Latam cuando el avión que había salido desde el aeropuerto de Sídney, Australia, con destino a Chile tuvo un “incidente técnico” que originó que tuviera un fuerte sacudón e incluso propulsó a la gente hacia el techo de la aeronave. Unas 50 personas debieron ser atendidas, de las cuales 12 fueron tuvieron que ser hospitalizadas en Nueva Zelanda a raíz de las heridas sufridas.

“La gente salió volando porque no llevaban sus cinturones”, declaró un pasajero a la radio local RNZ. ”Algunas personas quedaron bastante heridas. La gente tuvo realmente miedo”, dijo este hombre, con voz temblorosa. Al menos una persona está grave, informaron los servicios de emergencia de Nueva Zelanda. En uno de los videos difundidos por el medio NZ Herald se ve a varios tripulantes y pasajeros que atienden a una mujer herida en el suelo de la aeronave, mientras se oye en los altavoces un mensaje preguntando si hay un médico a bordo.

Los pasajeros explicaron a la prensa local que el aparato, un Boeing 787 Dreamliner según la aerolínea, perdió altitud rápidamente cuando sobrevolaba el mar de Tasmania y propulsó al techo a todas las personas que no llevaban puesto el cinturón de seguridad.

El vuelo LA800 que operaba la ruta Sídney – Auckland “presentó un evento técnico durante el vuelo lo que ocasionó un fuerte movimiento”, reza el comunicado que emitió la empresa. El avión aterrizó a las 16:26 hora local en el aeropuerto de Auckland “de acuerdo a lo programado”. La compañía descartó que haya sido un aterrizaje de emergencia.

Producto del incidente, siete pasajeros y tres tripulantes de cabina fueron derivados al Hospital de Middlemore para confirmar su estado de salud, no registrándose heridos graves, agregó el comunicado oficial. Ahora, la empresa definió un nuevo vuelo (LA1130) para el 12 de marzo, programado para salir desde Auckland a las 20 hora local con destino a Santiago de Chile.

“Latam se encuentra entregando servicio de alimentación y alojamiento a los pasajeros afectados por la suspensión del vuelo. La compañía lamenta los inconvenientes y molestias que esta situación pueda haber causado a sus pasajeros y reitera su compromiso con la seguridad como un valor intransable en el marco de sus estándares operacionales”, cierra el texto.

Si bien la aerolínea no dio detalles del fallo técnico ni en qué parte del avión sucedió el incidente, una pasajera relató al diario New Zealand Herald que experimentó una “pequeña caída rápida”. “Todo el avión se congeló”, describió la mujer.

Los servicios de rescate indicaron que fueron alertados hacia las 16 hora local (nuestra madrugada) de que un avión empezó a aterrizar hacia el aeropuerto de Auckland, la mayor ciudad de Nueva Zelanda. Una decena de ambulancias y otros vehículos médicos fueron desplegados para atender a los heridos. ”Nuestros equipos de ambulancia evaluaron el estado de unos 50 pacientes, uno de los cuales se encontraba en estado grave”, indicó a la AFP Gerard Campbell, de los servicios de emergencias St John. ”Doce pacientes fueron transportados hasta el hospital”, añadió.

Este incidente tiene lugar dos meses después de que otro modelo del fabricante estadounidense registrara un problema. A principios de enero, una puerta de un Boeing 737 MAX 9, de la compañía Alaska Airlines, se desprendió poco después del despegue. Hubo varios heridos leves.

La Comisión de Investigación de Accidentes de Transporte de Nueva Zelanda indicó que estaba “recabando más información para anunciar una decisión sobre si abrir una investigación”. El incidente también podría ser investigado por las autoridades chilenas si se establece que ocurrió en el espacio aéreo internacional. Por el momento, los representantes de Boeing no hicieron ningún comentario.

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