La plataforma política de Mary Moriarty prometió una reforma policial. Ahora que es fiscal del condado de Hennepin, es posible que la política la haya alejado de esas promesas. El gobernador de Minnesota, Tim Walz, dijo a FOX 9 que iba a quitar de las manos de Moriarty “pronto” el caso del policía de Minnesota, Ryan Londregan, acusado de dispararle a Ricky Cobb II durante una parada de tráfico, basándose en la evidencia que había visto.
Su oficina dice que creían que eso iba a suceder, pero eso no motivó su decisión. Aún así, los analistas políticos dicen que probablemente influyó. Fueron necesarias ocho semanas y una solicitud del sindicato policial para que el gobernador Walz opinara por primera vez sobre la decisión de Moriarty en enero de presentar un caso de asesinato contra el agente Ryan Londregan por matar a Ricky Cobb II, sentencia la nota de Fox 9.
“Yo no soy abogado, pero como lego en esto, ¿por qué no escucharías a un experto en el uso de la fuerza?” dijo el gobernador el 18 de marzo. “Nuestro gobernador ha sido muy activo al involucrarse en este caso”, dijo Moriarty el lunes. Destacó al gobernador mientras arremetía contra lo que llamó la politización del caso que decidió abandonar 11 semanas después de los comentarios iniciales de Walz.
“¿Por qué es apropiado que un gobernador, que nunca ha cogido el teléfono para llamarme, que no es abogado, que no entiende los matices de este caso, hable de ello públicamente?”, Moriarty preguntó retóricamente. “El hecho es que todos los demás abogados llegaron a la misma conclusión que yo”, respondió el gobernador Walz en una conferencia de prensa más tarde el lunes.
El gobernador dice que siempre esperó que Moriarty eventualmente lo viera de la misma manera que él. Pero él planeaba intervenir pronto si ella no regresaba. “Ciertamente no hubo politización en esto”, dijo Walz. “Necesitamos asegurarnos de que nuestro sistema de justicia sea justo. Y creo que lo que se hizo evidente para muchas personas es que hubo problemas en este procesamiento desde el principio”.
Fuentes en el Capitolio nos dicen que no es raro que el gobernador esté en desacuerdo con compañeros demócratas que están más a la izquierda que él, siendo la situación de Uber/Lyft otro ejemplo reciente.
