Cuando William Levy era niño, soñaba en cómo sería su vida fuera de su natal Cuba. Entonces, el destino lo llevó a Miami, en donde pudo trabajar como modelo; ahí, se visualizaba como un actor internacional.
Esa oportunidad también llegó en 2007 con la telenovela “Pasión”, la primera de una veintena de producciones que realizaría con éxito en México y Estados Unidos. Pero en 2019 tomó otra decisión: dejar de lado todo ello para dedicarse a sus hijos.
“Era necesario alejarme de la televisión y el cine, y fueron cuatro años en los que dejé lo que estaba haciendo para estar con ellos. La parte más importante de mi vida y la que más disfruto, es ser padre”, cuenta Levy.
El actor se separó el año pasado de la actriz Elizabeth Gutiérrez, quien fue su pareja por 19 años y lo acompañó desde que comenzó en la actuación. Hoy, no habla abiertamente de su situación sentimental, pues prefiere enfocarse en sus hijos.
Kailey ya tiene 13 años y asegura que quiere seguir los pasos de su papá; mientras que Christopher, a sus 17, se ha convertido en beisbolista, un deporte que William practicó en Cuba
“Lo que me importa es que sean felices. La niña quiere ser actriz, así que por ahí tenemos un proyecto que vamos a hacer juntos. De mi hijo siento una gran felicidad de poder disfrutar lo que yo hacía y lo que amaba, verlo jugar es increíble. Es mi mejor pasatiempo”, asegura.
Cuba inspira a William Levy
Otra de sus metas cumplidas en esta nueva etapa de vida es la de ser productor. Levy decidió impulsar la nueva serie de ViX+, titulada “Montecristo”, que estrena hoy. Una adaptación moderna de la obra clásica de Alexandre Dumas, donde interpreta a Edmundo Dantès, un hombre encarcelado injustamente.
“Es una gran responsabilidad hacer una historia basada en algo que todo el mundo conoce, un libro que viene de la década de 1840. Es complejo llevar este proyecto como actor, porque hay escenas donde tienes que ser Montecristo, pero en realidad es Edmundo Dantès”, detalla.
William recuerda que trabajaba en una serie estadounidense en Atlanta cuando le llegó este proyecto desde España.
Para él era importante poner realismo a su propia historia, así que decidió comenzarla en su natal Cuba, lugar en donde ha dicho que sufrió hambre y vio coartada su libertad.
“Edmundo crece y se cría ahí porque quería explicarles exactamente lo que pasaba en mi país en ese entonces, cómo se vivía, qué pasaba políticamente y con la gente”, afirma.
La trama se transporta 18 años atrás de la época actual para contar el inicio de la travesía de Edmundo, quien después logra transformarse en el dueño de una empresa de tecnología y cambia hasta de nombre.
Para llevar a cabo su misión, tendrá como mano derecha a una hacker, Haydée, interpretada por la mexicana Esmeralda Pimentel, quien considera que su personaje lleva un mensaje positivo de reivindicación.
“Haydeé es una mujer que sufrió muchísima violencia y es maravilloso ir viendo el arco del personaje a convertirse en una mujer líder, que toma riesgos, pero que también es muy inteligente y precavida”, detalla.
El valor más grande para el cubano es que en esta etapa de madurez, a sus 42 años, ha podido cumplir un sueño más: dar trabajo a sus compatriotas.
“Se están dando oportunidades a cubanos que han salido de allá y que buscan trabajar fuera de un país donde los han limitado toda su vida”, dice Levy, quien, a diferencia de Edmundo, asegura creer en la justicia, pero no en la venganza.