El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, instó ayer a los países occidentales a no sembrar el “pánico” sobre las tensiones entre su país y Rusia.

El presidente ruso Vladimir Putin y su par francés Emmanuel Macron concordaron “la necesidad de una desescalada”, según informó la presidencia francesa. El mandatario de EU, Joe Biden, dijo que pronto enviará tropas estadounidenses para apoyar la presencia de la OTAN en Europa del este, en tanto que el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, el general Mark Milley, advirtió que un conflicto en Ucrania tendría “consecuencias espantosas (…) Pueden imaginarse cómo quedarían las zonas urbanas densas”, afirmó el oficial, quien prevé “una cantidad significativa de bajas” en el caso de una ofensiva rusa.

El ministro de Defensa de EU, Lloyd Austin, estimó que con más de 100 mil soldados concentrados en la frontera con Ucrania, Rusia tenía suficientes fuerzas para una invasión, pero subrayó que un conflicto entre Kiev y Moscú “no es inevitable (…) Todavía hay tiempo y espacio para la diplomacia”.

Zelensky recalcó durante una rueda de prensa con medios extranjeros en Kiev que “la probabilidad de ataque existe, no ha desaparecido y no fue menos grave en 2021”. Señaló que “no hay ninguna escalada superior a la que ya existía” el año pasado. “No necesitamos este pánico”, subrayó, al pedir a Rusia que haga un gesto en aras de una “desescalada”. “El mayor riesgo para Ucrania” es “la desestabilización de la situación interna”, más que la amenaza de una invasión rusa, indicó.

EU y la OTAN rechazaron las principales exigencias rusas el miércoles. “Las respuestas de Estados Unidos y de la OTAN no tuvieron en cuenta las preocupaciones fundamentales de Rusia”, indicó el Kremlin en un comunicado.

“La cuestión clave fue ignorada, es decir, cómo Estados Unidos y sus aliados prevén (…) poner en marcha el principio de que nadie debe reforzar su seguridad en detrimento de otros países”, añadió.

Incluso así, según el Elíseo, Macron y Putin destacaron la “necesidad de una desescalada” y abogaron por continuar con el “diálogo” para solucionar la crisis. “El presidente Putin no expresó ninguna intención ofensiva”, subrayó la presidencia francesa.

Washington y la Unión Europea (UE) afirmaron en una declaración conjunta que estaban trabajando en el abastecimiento de “volúmenes adicionales de gas natural” para Europa, con el fin de enfrentar cualquier eventual consecuencia de una “nueva invasión rusa de Ucrania”.

EU reclamó que el Consejo de Seguridad de la ONU celebre una reunión el lunes a causa de la “amenaza clara” que, según Washington, representa Moscú. Rusia pidió frenar esa acción.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, subrayó: “Si depende de Rusia, no habrá guerra. No queremos guerras. Pero tampoco vamos a permitir que nuestros intereses sean burdamente ultrajados, ignorados”.

La diplomacia rusa prohibió la entrada de ciertos funcionarios europeos, en represalia por sanciones. Una decisión que la UE “lamenta”.

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