El Vaticano se adelantó a Italia en la aplicación del Pasaporte Sanitario, que el gobierno de Mario Draghi extendió obligatoriamente a 23 millones de trabajadores desde el 15 de octubre. Para atravesar los confines de la Senta Sede será necesario desde el viernes 1 del próximo mes mostrar que se ha cumplido con las vacunaciones con el Pase Verde vaticano o europeo o la certificación verde Covid-19 del exterior.

Si se carece estos requisitos, queda solo una alternativa: un hisopado o un test de antígeno rápido, con resultado negativo al virus Sars-Cov-2.

Las disposiciones tienen un punto que parece claro: será posible presentar una certificación verde “exterior” donde consten las vacunaciones realizadas en nuestro país.

Hay que tener en cuenta la alternativa, que es presentar el resultado negativo de un hisopado o de un antígeno rápido, pruebas sanitarias que se pueden obtener en las farmacias de Roma, que cuentan con una carpa blanca donde se realizan los test con un precio de 15-20 euros y una duración de dos días.

En estos casos si se quiere o necesita un nuevo acceso al Vaticano será necesario otro test en caso de que el hisopado o el antígeno rápido hayan vencido.

Lo establece una ordenanza del presidente de la Pontificia Comisión del Estado de la Ciudad del Vaticano en materia de emergencia sanitaria pública.

Un comunicado oficial señala que la ordenanza recoge la recomendación del Papa Bergoglio en la audiencia del 7 de setiembre de “asegurar la salud y el bienestar de la comunidad de trabajo” y de “adoptar las medidas idóneas para prevenir, controlar y contrastar la emergencia sanitaria”.

El control para el acceso estará a cargo del cuerpo de la Gendarmería Pontificia, la policía del Vaticano. Las disposiciones se aplican a los ciudadanos, residentes en el Estado, al personal en servicio en el Gobernadorado y en los organismos de la Curia Romana, a todos los visitantes y los que usan los servicios.

La única excepción es en favor de los fieles de las celebraciones litúrgicas y por el tiempo “estrictamente necesario para el desarrollo del rito”.

En esas celebraciones deberán respetarse “en modo correcto” las prescripciones sanitarias sobre el distanciamiento, la utilización de lo dispositivos, la circulación limitada y la aglomeración de personas.

Se aclara que las verificaciones que sean necesarias estarán a cargo del Servicio para la Salud y Seguridad de los trabajadores vaticanos.

Las nuevas normas vaticanas se anunciaron el mismo día que se supo que un alto clérigo que estuvo con el Papa en Eslovaquia dio positivo de covid. Se trata del eslovaco Jan Babják, quien el miércoles 15 ofició una ceremonia con el argentino.

El arzobispo había recibido las dos dosis contra el Covid-19 que completaron su plan de vacunación.

Sin embargo comenzó a mostrar los primeros síntomas de lo que creyó era un resfrío hace tres o cuatro días. Los médicos comprobaron finalmente que es un nuevo infectado en la pandemia que golpea al planeta.

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